Siento que nada puede detener mi satisfacción. Quiero seguir teniendo una actitud ante la vida inquebrantable, sin importar lo que suceda… Tener el suficiente dominio en la forma en que manejo mis sentimientos. Que grandioso es no dar puerta abierta en tu corazón a sentirse mal, desanimada o cabizbaja ¡Ser esa mujer con el equilibrio perfecto de administrar el tiempo para cubrir con las responsabilidades diarias y ser de bendición para otros! Generar esa pizca de energía, que de seguro será bien recibida.

Con mucha humildad y sin vacilar en mi respuesta: ¡Yo merezco excelentes momentos de sano esparcimiento, porque yo lo valgo! Es la recompensa personal a la cual me sostendré.

Vamos… ¡Levántate de esa silla! Haz una flexiones y empieza este hermoso ¡Que es un regalo! quiero ser ese agente contagioso de buena vibra, de cambio de pensamiento y que estés abierto a las vivencias agradables que te pone en bandeja de plata la vida.