Mi bello Barquisimeto, aunque no nací de tus entrañas, mis hijos llevan sangre barquisimetana, soy de crepúsculos y de mi Divina Pastora y del rugir intenso del juego cardenalero.
Mi bello Barquisimeto, aunque no nací de tus entrañas, mis hijos llevan sangre barquisimetana, soy de crepúsculos y de mi Divina Pastora y del rugir intenso del juego cardenalero.
Siiii, es una tierra encantadora