LA ENVIDIA, EMOCIÓN DESTRUCTIVA

La envidia (del latín invidia) es aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas (wikipedia, 2012).

¿Qué envidiamos?

Los aspectos pueden ser diversos, podemos sentir envidia de: la alegría, la felicidad, el placer, las cualidades de una persona, sus bienes, las metas que logra la otra persona, las condiciones de un ambiente laboral, su aspecto físico, la espiritualidad, su forma de vestir, su dinero, el afecto que le tienen los demás , sus habilidades para relacionarse socialmente, entre otros..

Eso como seres humanos en algún momento de nuestras vidas lo hemos sentido y vivido; pero que tan dañina resulta sentir ese sentimiento? efectivamente una persona que sufre de envidia esta literalmente envenenando su corazón, pues esta resulta adictiva, pues el envidioso siempre va a querer mas y mas, hasta que el problema se le sale de control. La envidia nos mantiene insatisfechos, te amarga y entras en un letargo de sufrimiento.

Por ello es indispensable buscar a Dios y pedirle desde el fondo de nuestro corazón que nos ayude a sanar nuestro espíritu para poder salir airoso de la lucha contra este antivalor, que hoy día se encuentra causando estragos dentro de nosotros.

Pese a la situación que vive mi país, todos los que permanecemos en el, estamos buscando la forma y la manera de salir adelante, de la manera mas sana; pero cuando difícil es no sentir envidia, yo por mi parte veo algunos usuarios con alta tendencia y claro que llego a sentir envidia de esa popularidad; pero trabajo poco a poco en mejorar para llegar a mi meta en Steemit; la idea es preocuparse y ocuparse en buscar las estrategias necesarias que te permitan progresar y trabajar por tus cosas sin necesidad de envidiar a tus semejantes.

Para evitar caer en la envidia, recomiendo:

1.-Darle gracias a Dios todo poderoso, todos los días de nuestras vidas, por lo que somos.

2.-Evitar a toda costa compararnos con los demás, recordando que cada ser humano tiene sus cualidades y que somos únicos.

Dios fortalezca siempre nuestro corazón, con los mayores destellos de colores.

Saludos Cordiales