Buenas tardes, estimad@s steemians. Aquí os dejo mi nuevo posts. Esta vez es una historia fabulada de una doncella, Edna, a la que le descubren una terrible enfermedad y un destino incierto. Espero lo leáis y le gustéis. Me encantaría oír sus comentarios.

La historia que les contaré es sobre una doncella, Edna, que debe vivir un destino incierto. Como todas las historias comienza con érase una vez… hace mucho tiempo, en un lejano lugar vivía Edna. Su vida transcurre de manera tranquila. Era rara dentro de la rareza, ya que todos los habitantes de su aldea tenían un poder o una habilidad única, y hasta la fecha ella no había manifestado ninguna habilidad o poder, por lo que su vida consistía en ir a la escuela, ayudar en casa y a todos los aldeanos que necesiten.

Cierta mañana Edna comenzó a sentirse mal. El curador de la tribu no había podido hacer nada, sus padres y todos los habitantes de la aldea estaban desconsolados. Así pasaron muchos días y la dulce doncella no daba indicios de despertar.

Los curadores la mantenían con una especie de manta mágica que le proveía de nutrientes a su cuerpo. Una vez pasado el tiempo todos en la aldea se reunieron y decidieron que Edna debía ser traslada, consultar a otros sabios de las diferentes tribus. Una vez escogido el curador comenzó a recorrer el largo camino.

El curador y Edna recorrieron alrededor de treinta aldeas y ninguno de los sabios curadores atinaba a dar con la extraña enfermedad y ni pensar en una cura. Ya cansado del viaje, el curador entró a descansar en una aldea muy pequeña. Allí varios sabios se acercaron a la enferma y solo uno explicó el mal de Edna.

El sabio curador explicó que por la sangre de Edna fluía el hibrido de una enfermedad que hacía mucho ya no se veía. Era una enfermedad ancestral. Combinaba los hechizos de una Luna de Sangre y un Sol Negro. Edna sufriría una gran transformación: no podría exponerse al sol, su larga cabellera caería, su pálida piel enrojecería y cada cuanto caería, en sus huesos y articulaciones habría gran dolor.

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El curador acongojado decidió dejar a Edna en la aldea e ir a decirles a los padres y a la tribu sobre el terrible padecimiento de Etna.

Cuando el curador llega a la aldea y narra lo sucedido, todos preguntaron si habría una cura para nefasto mal, él repitió aquello que había expresado el sabio curador: “La cura reside solo en su interior, el día que ella decida despertar y luchar, podrá obtener la cura, mientras siga dormida Edna solo luchará con parte de los monstruos y nunca se curará”.