Nadie está preparado

Después de una agotadora jornada Michael por fin logró retornar a su edificio, no fue nada fácil el recorrido, ya que se vio obligado a circular un buen tramo bajo la lluvia por perder el último autobús. Ya en la puerta de su departamento se baja la capucha e Introduce la llave en el cerrojo, al ingresar lo primero que ve es un charco tremendo en toda la sala.

―¡Oh rayos! Olvidé cerrar la ventana ―exclama Michael mientras cruza con cuidado para evitar rodar.

Pasó directo a la ducha, y estando debajo de la regadera recordó el susto que pasó en el callejón con dos tipos que intentaron despojarlo de sus pertenencias. Él les expresó que no estaba dispuesto a ceder sus cosas, entonces hubo una disputa entre los tres y uno de ellos portaba un puñal, no obstante Michael cayó al suelo y reparó que algo los asustó y los hizo partir como alma que lleva el diablo. El chico se sacudía la ropa y pensaba que los golpes que propinó posiblemente los habían espantado, así que apremiado por salir de las calles, apresuró la ida, anhelando llegar a descansar.
Michael se concebía completamente extraño, como si su cuerpo comenzará a fluctuar, ya no tenía frío, ni calidez, parecía que su corazón estaba sereno, sin embargo no le prestó atención.

Al salir de la ducha, deseó enviar un mensaje de texto a su novia y avisarle que había llegado a casa, pero el teléfono no respondía estaba y lamentó que el porrazo lo dañara.
Afligido se acostó en el diván y encendió la tv para sintonizar el juego, ningún canal se veía, solo se escuchaba el ensordecedor aviso de que la señal del cable había desaparecido. Dejó de insistir y permaneció calmado por unos minutos de pronto, un zumbido en los oídos lo hicieron inquietarse y recuerdos de toda su vida herían su memoria. Michael comenzaba a experimentar miedo, desconcertado su corazón parecía detenerse y luego proseguir con dificultad.

―¡Dios mío, será esto un infarto? ¿Qué me está pasando? ― preguntaba Michael aterrorizado.

Se levantó con mucha dificultad y se acercó a la nevera para tomar un vaso de agua, ahí pudo percatarse que no podía palpar nada, sus manos atravesaban los objetos, haciendo imposible sujetarlos. Entonces se dirigió hasta la ventana para solicitar ayuda y una luz blanquecina lo cegó temporalmente. Cuando recuperó la visión se dio cuenta que ya no estaba en su departamento, había regresado al callejón donde intentaron atracarlo, también observó algo en el piso, pero no pudo distinguir y comenzó a moverse mansamente para determinar que era. Se trataba de una persona que estaba boca abajo, por el grosor del cuerpo intuyó que fuera un hombre, aunque no logró divisar el rostro del individuo pues la luz que lo había cegado estaba justo frente a él, se sintió fascinado por ella, y mientras más se acercaba sentía paz y tranquilidad, tanto que Michael olvidó su vida.

―Las autoridades encontraron hace instantes en un callejón de la ciudad un cuerpo aparentemente apuñalado en el estómago, el hombre fue identificado como Michael Wilson de 24 años se presume que pudo haberse resistido al atraco. ―Informando para notitv Edward Daggett.