Obtengamos el máximo provecho de la lectura//parte 2
Para obtener el máximo provecho de nuestra lectura debemos descubrir aquellos malos hábitos que poseemos y debemos erradicarlos por completos y a su vez sustituirlos por buenos, es decir, aquellos hábitos que nos permitan convertirnos en lectores eficaces que desarrollan la capacidad lectora.
Las personas tenemos “costumbres” al momento de realizar nuestra lectura que consideramos normal por ejemplo realizar regresiones o simplemente volver atrás para observar nuevamente lo que ya se leyó, es decir, se tiene por costumbre repetir las líneas de párrafos, esto dificulta la velocidad de la lectura y peor aún la comprensión esto es altamente negativo, porque se ocasiona la fragmentación del pensamiento, disminuyendo la concentración; este hábito se puede corregir “leyendo siempre hacia adelante” por momentos no entenderemos nada de lo que se lee pero con un tiempo de practica será positivos, uno de los tips que aplico es utilizar una hoja o tarjeta que cubra cada línea de párrafos ya leída.
Ahora bien, si se descubrieras el origen del porque se aplica el regreso en nuestra lectura se puede evitar este mal o como decimos en mi país arranquemos el mal de raíz. Algunas causas de este hábito son producto de poca concentración, falta de desarrollo en la percepción visual, el cuidado excesivo que se tiene al momento de la lectura, es decir ser muy minucioso. Lo conveniente para atacar todo esto es leer siempre de corrido, ya que, esto garantizará el mayor provecho de la lectura.
Otros de los hábitos errados que se tienen durante la lectura es el realizar esta actividad en voz alta o acompañar estas con los movimientos de la boca, este es uno de los comportamientos enseñados desde que somos unos pequeños, ya que, cuando se es un pequeño es necesario porque esto permite que con la imagen y la palabra se pueda apreciar la idea de lo que estamos aprendiendo. Sin embargo, en la adultez esta práctica es negativa por la poca atención que se le da en el comprendimiento de la idea del texto, ya que nuestra atención es focalizada a la pronunciación y olvidamos la esencia principal del texto, además involucramos la lectura “palabra a palabra”, cuando lo ideal es leer hacia adelante.
De igual forma, si nos enfocamos en pronunciar de forma subvocalizacion, es decir, pronunciar mentalmente las mismas palabras del autor sin emitir sonido alguno, este hábito muy poco podemos percibir su existencia, pero ocurre con frecuencia, te puedo asegurar que en este instante has estado teniendo esta práctica repitiendo cada palabra en tu mente. Esta rutina también puede ser controlada…primero debemos ser lectores habituales, porque esto permitirá profundizar en nosotros el nivel de captación, donde el pensamiento es fluido y a medida que se lee podemos interpretar las ideas planteadas por un autor y proporcionar conclusiones propias…aprendamos juntos a tomar las ideas como simples vehículos de los pensamientos que tenemos en nuestra mente a través de las opiniones.
Recuerda también, que nuestro lenguaje corporal influye mucho en nuestra lectura, trata en lo posible de estar cómodos, donde nuestros músculos no se sientan contraídos y que lo único que se requiera sea el movimiento ocular, el cual es mucho más rápido de nuestros propios dedos (para aquellos que tienen la necesidad de mover siempre los dedos entre las líneas de los párrafos). La percepción visual es de gran importancia para desarrollarnos como lectores habilidosos, es decir, donde superemos las 350 palabras por minuto.
Autor @antonio14