Amigos de Steemit, bienvenidos. Hoy les presentaré La Casa del poeta Andrés Eloy Blanco (Cumaná, 1897 – México, 1955).

Fuente
Casa Andrés Eloy Blanco. Acrílico sobre tela. 50 x 30 cm. Antolina Martell. Cumaná, 1993.

Una Semana Santa del año 1993, consideré esta casa, por lo emblemática y concurrida, un buen lugar para exponer la serie “Memoria gráfica de la Ciudad de Cumaná”, una muestra de mis trabajos en acrílico y serigrafías. Fue mi primera exposición individual. Esos días, lugareños y turistas disfrutaron del espacio de esta acogedora casa, tanto, como yo disfruté de sus comentarios, sobre la Cumaná reflejada en los cuadros. A los días, por el grato recuerdo, pinté esta imagen que incluye a los amigos y familiares invitados a la inauguración.

La Casa donde nació Andrés Eloy le fue devuelta junto con una escultura de Hugo Daini fechada en el año 1965. Esta escultura elaborada en bronce representa un fiel retrato del poeta de cuerpo entero. Luis Beltrán Prieto Figueroa en el discurso inaugural de la Casa de la Cultura del 27 de noviembre de 1965, comento: “Ancha es la Casa” y en medio del patio, cerca de la parra adonde llega el polvillo fecundador del Pan de Azúcar, la estatua del poeta, con un libro abierto entre las manos preside el coro donde niños y viejos parecieran escuchar de sus labios los cuentos nuevos que le dio el destierro, los cuentos viejos que le dio la tierra.”

Ya lo dijo muy bien otro gran poeta venezolano, Miguel Otero Silva, en el discurso que consagrara a la memoria de Andrés Eloy, en ocasión de develar la escultura: “La cualidad esencial de su obra poética, la que la hace perdurar en las manos de todos, es que sabe integrar en un mismo cántaro la calidad y la sencillez, llegar con las mismas palabras a las élites intelectuales y a las masas, satisfacer al crítico y emocionar al ignorante, ceñirse a los rigores del más puro verso castellano y confundirse con el palabreo de los humildes”

A partir de allí, LA CASA DEL POETA es el lugar de reunión requerido por los grupos más diversos de la comunidad. Su directiva mantiene una actitud democrática, como su poeta.

Entre los propósitos de la Fundación está, difundir la vida y obra del poeta y presentar actividades culturales. A través de los años he asistido a presentaciones de libros, charlas, conciertos, obras teatrales y exposiciones de artes plásticas. Por nombrar alguno de los tantos invitados: Laureano Márquez (humorista), Juan Loyola (artista plástico), Guillermo Aveledo (político), Jesús Torres Rivero (escritor y poeta) y el cronista de la ciudad Ramón Badaracco.

La Casa del poeta Andrés Eloy Blanco, conserva y mantiene una muestra representativa del Patrimonio Cultural de la Ciudad.

• La Fundación Andrés Eloy Blanco, es el ente encargado de gestionar los recursos para el mantenimiento del inmueble.
• La Casa, posee una colección de bienes muebles donada por familiares y amigos del poeta, lo cual la hace parte del recorrido turístico del Centro Histórico de la ciudad de Cumaná.
• Resguarda:
Una biblioteca con sus publicaciones.
Documentos de importancia histórica y literaria.
Un poema manuscrito sobre una hoja de la puerta del escaparate que perteneció a la familia Blanco.
Una colección de manuscritos del poeta, de corte humorístico, se piensa que pasaban de un puesto a otro, durante las reuniones de la Asamblea Nacional Constituyente (1946).
Un escritorio diseñado y construido por el poeta.
Una muestra permanente de pinturas y esculturas de artistas locales.
Una Caricatura de Andrés Eloy dibujada por Egea López.

Fuente

Foto de la escultura de Hugo Daini. Bronce. 1965.

Los niños se introducen en la casa, se sientan en el regazo de la escultura, acarician su rostro sonriente. Amigos, para ustedes en la voz del poeta.

Canto a los hijos: Confesión

Más vale que os confiese de la mejor manera
lo que, quién sabe cómo, va a contaros cualquiera;
sabed que soy poeta, hijos míos, un hombre
que nombra y que camina, sin camino y sin nombre.

Yo soy lo que ha dejado el pirata en la playa,
nada en el horizonte, un punto en una raya:
yo soy lo que ha quedado del saqueo en la vida:
la puerta de la casa de la llave perdida.

Soy la hoja quemada que el incendio nos deja
y en la primera brisa danza un poco y se aleja;
soy la amargura anónima de las almas sin dueño
que vivieron de un canto, de un dolor y de un sueño.

Soy el amo del humo que se queda en la casa
diciendo adiós al fuego del batallón que pasa.

Soy el poeta, hijos, casi nada en la vida,
lo que abrasa en la sed, lo que duele en la herida,
lo que quiere elevarse después de la matanza,
con un ala hacia el suelo y otra hacia la Esperanza,
lo que muere en la guerra y expira en los despojos
y un poco de esa gota que tiembla en vuestros ojos.

Amigos, queda de ustedes compartir sus recuerdos, agradezco sus comentarios para enriquecer, con su participación, este post, que una vez que lo dejo ir, es de todos.

Hasta el próximo lugar de encuentro.