Venezuela Bizarra: de cómo Superman vuela sobre el lenguaje y la política
Venezuela Bizarra: de cómo Superman vuela sobre el lenguaje y la Política
Salud, estimados Stemians. La política suele tener rostro severo. Por algo la moral y la legalidad, estas dos estiradas señoronas, son sus damas guardianas. Pero cuando quienes la protagonizan no respetan a las dos dichas matronas y, antes bien, sus actos se vuelven despreciables muestras de grosera irreverencia, es de justicia para el crítico tratar algunos de sus asuntos en otro tono, más ligero y punzante, aunque no por ello menos serio. Este post se me ocurrió para tratar de cambiar el enfoque quizás demasiado envarado de los anteriores sobre la tragedia venezolana... y me encontré con Superman. Espero les guste.
Para escribir, ya sea trabajos de investigación, textos literarios o post para Steemit, cuán importante es la pesquisa documental. Y en lo que a mí respecta, para algo me debería servir el haber estado ocupado tanto tiempo en el escrutinio y análisis del régimen que ha destruido a Venezuela. Pensaba en esto cuando me pasó por la mente establecer una comparación. Terminé por colgar la idea con un alfiler en mi cartelerita de anotaciones, prometiéndome, a partir de ella, escribir un post, por supuesto, después de las debidas averiguaciones. Pensaba en un texto más bien en clave de choteo.
Se trataba del hecho desconcertante de que a las diarias manifestaciones del gobierno del llamado “Socialismo del Siglo” XXI se termina por verlas como si no provinieran de este mundo, pues se vuelven muy extrañas para cualquier observador racional. “La política nacional: un mundo bizarro”, anoté. Pero luego, al hurgar un poco, respetados Stemians, me percaté de que el asunto obligaba a una investigación muy seria para poder establecer de manera más o menos satisfactoria la comparación.
Todo empezó cuando quise repasar la acepción de "invertido" “extraño” o “insólito” de la palabra “bizarro”. Porque, de hecho, existe en nuestra habla; tengo tiempo oyéndola usar y usándola de esta manera. Pero resulta que no la hallé en ningún diccionario del español, donde solo se encuentran, como resultados, significados sinonímicos de “valiente”, arriesgado”, “generoso”, “lucido” (en el sentido de “gallardo”),“espléndido” ver.
Pero eso no satisfacía mi curiosidad, y opté por buscarla en los diccionarios del inglés, idioma en el que la palabra tiene muy parecida grafía, "bizarre" (proviene del italiano "bizzarro", equivalente a "iracundo") y contiene las acepciones buscadas de "extraño", "extravagante". "invertido". Esta misma y somera explicación la encontramos en esa enciclopedia del Siglo XXI que ya es para nosotros Wikipedia ver.
Pero he aquí que en uno de estos manuales la palabra aparecía referida a al famoso comics Superman. ver. Así que debí detenerme para un breve repaso del personaje de esta famosa historieta, que ha divertido a millones durante su infancia y adolescencia, para continuar con el post.
El comics, historieta, tebeo o "peneka", como también le decíamos en mi tierra a este tipo de publicaciones, sobre "Superman, El hombre de acero", vio la luz por primera vez en el año de 1933. Pero fue en el año 1958, cuando el escritor, Otto Binder, quiso crear un pastiche del héroe en su etapa adolescente, Superboy, cuando este aún vive en Villachica, el pueblo donde cayó Kal El, siendo muy niño, en una nave interestelar proveniente del planeta Kriptón y fue encontrado, rescatado, criado por el matrimonio Kent y rebautizado con el nombre de Clark.
En esa sub trama de la historia, un científico hace la demostración de una máquina capaz de duplicar cualquier objeto. Por accidente, un rayo del aparato alcanza al héroe y el duplicado es el primer Superman Bizarro, de aspecto grotesco y pensamiento primitivo e incapaz de controlar los super poderes.
En un principio la idea de Binder no tuvo el éxito esperado, pero fue luego utilizada con más provecho por otro escritor, Alvin Schwarts –quien, por cierto, siempre aseguró que la idea era originalmente suya— para lanzarlo como el otro yo del Superman adulto viviendo ahora en Metrópolis. Después tuvo variadas versiones de distintos dibujantes y hasta fue representado en el cine con su rostro de pizarra vidriosa y cuarteada.
El personaje llegó a alcanzar una existencia separada del héroe principal, con apariciones esporádicas, varias etapas y detalles que se cuentan en un post muy interesante e ilustrativamente completo de Miguel Rodríguez ver, de donde tomé la mayoría de los datos para este escrito.
El verdadero empuje hacia la fama del personaje se pudo haber complementado cuando apareció en la trama del comics un mundo creado a imagen y semejanza del Superman Bizarro, el “Bizarro World”: convencido de no poder estar en la Tierra porque se sabe incapaz de poder interactuar con sus habitantes, Superman Bizarro se muda al planeta Htrae (inversión de Earth, “tierra”) donde crea pobladores con sus mismas características. A este planeta el Superman original termina por darle forma cuadrada para distinguirlo del original.
Esta versión bizarra de Superman tuvo tanto éxito que comenzó a aparecer como héroe de aventuras, independiente de su original, en números seguidos de la revista durante un año, en el que los libretistas fueron dando forma a los personajes que acompañan al Hombre de acero, Jaime Olsen, Luisa Lane, Lex Luthor o Perry White a la manera del nuevo mundo, en el que no tienen las características de los originales sino otras, más humanas, que atraían a los lectores por sus marcadas diferencias con aquellos, de los que son imágenes negativas. Por ejemplo, Jaime Olsen, en vez del ágil y avispado reportero gráfico de El Planeta, es un despistado que nunca se acuerda de cargar la cámara, por lo que debe hacer dibujos para registrar las noticias ibid
Y hay que anotar, como detalle importante, que en el origen de la creación de la copia de Superman hay una nada despreciable densidad teórica. Por una parte está su indudable parecido al “humanoide” personaje de la obra Frankestein, el moderno Prometeo, de Mary Shelley, como un producto imperfecto de la Ciencia (el rayo duplicador crea a Bizarro por error) y sin nombre, como muestra de orfandad y falta de afecto.
El intento de los autores, como lo confiesa Schwarst, si lo tenemos por el verdadero creador, es mostrar la parte oscura del héroe, su lado negativo, o el arquetipo de “la sombra”, de Jung, el aspecto inconsciente de la personalidad que el consciente no reconoce. O la imagen inversa del espejo. Y por ello el personaje de Superman Bizarro tuvo patrones de comportamiento contrapuestos a los normales: su discurso en la historieta se basa en contrarios: decir “malo” significa “bueno”; “retorcido”, “derecho”; y así por el estilo ibid.
Como nota sumamente interesante desde el punto de vista lingüístico, se torna posible inferir que, debido a la influencia mundial del comics, el uso de las acepciones "extravagante", invertido", extraño" de la palabra “bizarro” tal vez hayan sido adquiridas por los hablantes del español desde la historia del Superman Bizarro, dada su popularidad y su lectura masiva en los países de este idioma. Y una prueba de ello podría ser que usamos esas acepciones aunque nuestros diccionarios no las registren aún hoy. Por supuesto, no se nos oculta que nuestra inferencia, para ser complementada, demandaría una investigación de mayor calado.
Por otra parte, estimados Stemians, la valoración del mundo del chavismo, la llamada Revolución del Siglo XXI, como un mundo bizarro, tiene que ver con que su acción gubernamental ha sido inversa a la de un gobernante normal: en general, ha arruinado el país en vez de, por lo menos, mantenerlo solvente. Lo ha atrasado en tecnología en vez de hacerlo avanzar. La inmoralidad es su moral y la maldad y la mentira sus paradigmas, en vez de la verdad y la bondad.
Por ello, sin duda, resultan actos notablemente bizarros ver a Nicolás Maduro bailando salsa, como celebrando que niños neonatos mueran por docenas en hospitales sin insumos ni medicinas. U oír a Delcy Rodríguez sentenciar en la OEA, refiriéndose a una Venezuela hambrienta, que en este país hay comida “suficiente para alimentar a tres países”, mientras familias enteras hurgan en la basura buscando un bocado. O que, para poder tener un millón de bolívares en efectivo, la moneda nacional, debemos pagar por ellos el 200% de su valor, es decir, tres millones, y transferirlos electrónicamente; o que un camión cisterna lleno de gasolina cueste menos que un pollo; o que no haya jabón para bañarse ni para lavar la ropa ni dentífrico y la gente deba andar con sus malos olores a cuestas; o que las mujeres más bellas del orbe no dispongan de productos de belleza. O escuchar al Presidente del Tribunal Supremo hablar de Justicia cuando ese cuerpo se ha cansado de pisotearla con sentencias repudiables.
Venezuela es hoy, por efectos del Socialismo del S. XXI, un Bizarro World, tan letal para sus ciudadanos como un sol rojo para Superman.