Las historias y vivencias de las familias, especialmente de los padres de niños, niñas, jóvenes especiales , que nacen con síndrome de dowm, autismo, deficiencia auditiva, visual, entre otros; son personas que nos cautivan.

Donde no hay un manual de vida que ayude a enseñar a una madre como debe criar a su hijo e hija especial.

Solamente los pasos de la vida, sus sonrisas, las ganas de vivir en este mundo y ser aceptados, es lo que conmueve a sus madres y nos hace reflexionar como personas. Sintiendo que son parte de nuestra vida diaria, que no lo podemos señalar, sino aprender de ellos, ya que nos demuestran el verdadero amor, humildad, honestidad, que caracteriza a las personas y algunas veces se nos olvidan.

Muchos con sus necesidades especiales aprenden a un oficio y lo realizan mejor. Su carisma cautiva a menudo a la sociedad, aceptándolos como tal.

En las calles, avenidas, cerca de nosotros, los vemos, nos tropezamos y no le quitamos la mirada, diciendo: ¿Qué paso allí?, esto es algo que no se puede explicar, pero decimos que Dios todo Poderoso lo hizo así.

Niñas, niños, jovenes, que demuestran ser capaces de bailar, cantar, jugar, crear, en algunos casos trabajar y ayudar a su familia. Las limitaciones para ellos no existen y el apoyo de su familia es indispensable.

Roxana, una niña joven con deficiencia visual cautivo a muchos con su sencillez y las ganas de brillar en la sociedad.

Le gusta la música y el baile. En el salón de clase no la tomaban en cuenta, pero ella, con ayuda de su madre bailaba y cantaba.

Un día, en un evento cultural de joropo en la escuela, la niña estaba sentada junto a sus amiguitos. Al empezar el acto, la joven de 11 años se alegro y al escuchar la música quería bailar. De repente se paro y para sorpresa de todos empezó a bailar joropo como nunca, realizando pasos de zapateo y estribillo. Todos se quedaron impresionados, los maestros de otras escuelas dijeron: ¿Cómo se llama? ¿Qué estudia? ¿Por qué no participo con los otros estudiantes?. Su maestra se sintió apenada, ya que la miraba con su deficiencia visual y no por sus virtudes y talentos. Esta enseñanza marco la vida, no solamente a la profesora, sino a todos los presentes.

La niña Roxana, ahora participa en el grupo de joropo y es invitada a menudo a eventos.