Más que aprender a desaprender se trata de aprender que no sabemos ni nunca sabremos todo. Nuestra condición de humanos nos limita obtener de manera absoluta cualquier cosa y reusarnos a comprender esto es reusarnos a entendernos como hombres. El creer que sabemos de algo cuando en verdad lo ignoramos (sin percatarnos de ello) es conocido como la ignorancia socrática y esto es solo manejable mediante la máxima del oráculo de Delfos γνωθι σεαυτόν (conócete a ti mismo), conociéndonos a nosotros mismos es que lograremos comprender nuestras limitantes y carencias para así dar una apertura al conocimiento constante.