Surgieron muchas dudas en mí esta mañana, me desperté con la sensación de inquietud en mi corazón e incertidumbre al no saber a ¿Qué se debía? . Me levanté, sentí el frío piso bajo mis pies, lo que me devolvió a la realidad, debía ducharme y hacerle el desayuno a mis niños, que ya habían despertado desde hacía una hora y se quejaban con mami pues sus estómagos ya rugían de hambre, esto me hizo olvidar por un rato todo lo que estrepitosamente bullía en mi interior.

Una hora después, me dirigí a la sala, con una taza de café sostenida en una mano y la otra descansaba mi celular, me senté en un mullido y cómodo sofá, abrí mi cuenta de steemit para leer algunos post, y allí estaba de nuevo esa sensación de que debía hacer algo, y allí lo supe, debía escribir. La determinación de cual sería el tema surgió al instante, si nuestra responsabilidad es crear el mundo que deseamos tener, yo deseé en ese instante revelador, un mundo con menos sufrimiento, con más amor y empecé a construir estas líneas, supe que mantenerse en el "Aquí y en el Ahora" era parte del mensaje de amor que quiero transmitir en este post.

Surgió de la nada ésta pregunta: ¿Existe otra manera de vivir sin sufrimiento?

Si existe, empiezas a vivir cuando confías en Dios con todo tu corazón, dejando la fantasía de un presente diferente al que estas viviendo hoy. Aquí y ahora no nos está pasando nada.


Porque una y otra vez tu mente a través de los recuerdos te lleva a juzgarte, diciéndote por ejemplo que lo pudiste hacer mejor, que las demás personas pudieron actuar de otra forma, pero hoy te harás consciente que en ese diálogo no hay amor, sino ego. No hay aceptación, hay resistencia y eso mi queridos lectores nos lleva directo al sufrimiento.


Otras veces, aparece la inquietud por saber lo que va a pasar, produciendo en ti ansiedad. O surgen los sueños, los anhelos, cuando estés con esa persona, cuando estés en ese lugar, robándote la atención y el disfrute a lo que estas viviendo hoy.


El mensaje es acoge tu presente con los brazos abiertos, hay paz cuando no te resistes al momento que estas viviendo. Amarlo y buscar la oportunidad, la enseñanza, el lado positivo, créemelo siempre lo hay.

No juzgues, no compares, acepta tu hoy tal cual es.

Si ves caer la lluvia, cada gota una a una, con desigual tamaño, en un lugar incierto, un agradable clima, todo nublado, ideal para contemplar gustosamente por un rato este panorama, y te dices de súbito "¡Qué bello!", en ese momento ya estas viviendo en el pasado, pues para emitir ese juicio tu mente debió conectarse con la memoria y luego comparar. Si por el contrario en ese instante, cuando ves caer cada cristalina gota sobre el césped, una a una, justo en ese instante, no hay ningún pensamiento, estás pero sin pensar, te vuelves uno con la lluvia, solo sientes, solo estas consciente del placer que experimentan tus sentidos, vives tu hoy, tu momento presente con total plenitud, y aquí no hay sufrimiento, aquí sólo se es, tu ser en conexión con el todo.


Esta es la idea, domar con amor, sin juicio, tu pensamientos, traerlos del pasado o del futuro a tu hoy, mediante la aceptación de lo que es tu presente, disfrutarlo porque es lo único que hay.


Y por último, te puedo decir que rechaces el desear vivir el presente sólo cuando las cosas van o salen cómo te gustaría, vivir en completa aceptación de lo que es, y dejar de resistirse, amar toda circunstancia que vives, incluso lo que tu ego califica como malo. Púes lo que hoy parece una circunstancia negativa, puede ser el comienzo de un situación que te favorezca, y sólo cuando con el tiempo aparece es que lo identificas, yo suelo comparar esto con un rompecabezas, Dios va poniendo cada pieza, moviendo una a una, y al principio no identificas la imagen, pero al final verás el resultado. Por ello recuerda, todo es perfecto. Y tal y como es, te está llevando hacia tu sanación.


Practica el amor incondicional, la compasión, la aceptación. Entra en presencia mediante la respiración, la meditación, ser consciente de las sensaciones que captan tus sentidos. Y recuerda tu decides vivir tu vida en paz o en conflicto.