Acostumbramos a reír solos, enrojecernos si escuchamos su nombre, hacernos invisible si está cerca, evadir la mirada si nos está hablando, apretar los labios para callar lo que realmente sentimos, desesperarnos si no le vemos, huir si sentimos que alguien lo está notando, enfurecernos si sonríe con alguien del sexo opuesto....

Este sentimiento que al principio es más ilusión que entusiasmo, porque nos aterra que alguien se entere, pero nos agrada pensarlo en secreto, y va aumentando cada día, puede llegar hasta dejarnos sin aliento en las noches, se vuelve un cosquilleo infinito, un disimulo obligado, nos presionamos para no hablarle ni mirarle tanto, a ese sentimiento se le añade un poco de locura y sosiego, no tomamos en cuenta la edad, ni lo que se dice de él, solo importa lo que dice el dictador corazón.

El deseo insaciable por verle y conocerle más, nos consume por dentro, pero es inaudito pensar que el lo debe saber, creemos que este sentimiento nos pertenece una y otra vez, las manos comienzan a sudar al intercambiar miradas, pero no puede saber que somos la misma que lo stalkea por las noches y que lo acosa de dia.

Fuente

Que jamás se debe enterar que conmigo baila

Baila en mis sueños infinitos

Infinitos son los pensamientos que se cruzan en mi mente

En mi mente Él es un hombre seductor y encantador

Encantador es su perfume que me hace suspirar

Suspirar es lo que no dejo de hacer cuando lo veo

Lo veo y no lo creo que por el yo este asi

Asi me tiene El... ¿Que puedo hacer?

Hola queridos amigos, hoy quise escribir un poco sobre ese sentimiento de pena y culpa que nos envuelve cuando nos damos cuenta que alguien llama nuestra atención, creo que todos en algún momento lo hemos vivido, si este es tu caso házmelo saber en los comentarios

¡Gracias por leerme, comentar y votar!
Un abrazo @aniita