Miniblog: Definiendo al amor

Tengo 20 años y todavía no sé qué es amar. Es decir, no lo sé a ciencia cierta. He salido con gente y he tenido relaciones y aún no sé bien qué es amar, y cada vez que siento estar cerca del amor (de entenderlo, digo), se me escapa.

Crédito de la imagen: dmitryzhkov via Flickr (cc)

El Diccionario de la Real Academia Española dice:

Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.

No me gusta esta definición. No me gusta porque no siento que el ser humano, en su propia condición, sea insuficiente. No a priori. Pero, debo admitir, a veces se siente así. A veces la vida se siente injusta, incompleta, desgarrada, como si hubiera un pedacito que no termina de encajar. Y de repente, encuentras ese pedacito en una sonrisa, en una mirada, en el rubor repentino en rostros ajenos.

Francisco de Quevedo dice otra cosa:

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

Me va gustando más esta definición. Porque sí, a veces los poemas no son más que definiciones, las de verdad, las que vienen del alma.

El amor ciertamente es fuego y herida, es sueño y es breve. Esas son las palabras que más rescato de Quevedo, porque así lo he sentido.

Pero falta algo más.

Pienso y pienso, y me doy cuenta que no tengo palabras, no hallo palabras para definir qué es el amor. Pero sí existe, lo sé porque (a veces) lo siento. Lo siento en la mirada de mis amigos cuando les digo que los quiero, y lo siento en la noche, cuando me siento solo a disfrutar del frío y mirar la luna. Lo siento en la música que escucho y que componen, y lo siento en los libros que leo.

Lo siento en los besos y los abrazos, en los guiños de ojo y a veces hasta lo siento en las lágrimas que cae.

Y creo que ya sé cómo definir el amor. Es simple. El amor es el enigma (del) humano. Algo que tenemos, que damos y recibimos, y que podemos apreciar, aún cuando no sabemos qué es. Y esta definición me basta y me sobra para seguir amando.