Me tope con esta película por casualidad, estaba buscando algo relacionado con una cultura diferente, remota y aparece esta historia conmovedora llena de mensajes profundos.

En el film, podemos ver la historia de Bilal, uno de los compañeros más leales del profeta islámico Mahoma y el cual se ve envuelto en un aura de leyenda.

Al principio de la obra podemos presenciar como Bilal observa como asesinan a su madre, no sin antes haberle dejado algunas palabras que inspiraran a Bilal a futuro como “Ser un gran hombre empieza con quitarte las cadenas o para ser un gran hombre primero debes quitarte tus cadenas”, dependiendo de mi mala traducción ya que la película no se encuentra disponible en español, ni siquiera subtitulada.

La película cumple con todos los requerimientos para ser un éxito ya que es una superproducción animada impresionante, se ve que hay mucho dinero invertido allí. La fórmula de los constantes éxitos de Pixar está presente pero, sin ser Pixar, aparte de darnos un aire de frescura al ofrecernos una historia basada en el medio oriente, una historia casi biográfica de un importante personaje islámico.

La historia gira en lo que es la esclavitud y no la simple esclavitud de servir a un amo sino la esclavitud interna que la mayoría tenemos por dentro y de cómo teniendo voluntad y temple podemos ser verdaderamente libres. Libres de la codicia, la ambición desproporcionada y el egoísmo que son tan dominantes en estos días.

Y es que ese es el principal mensaje de Bali, quitarnos las cadenas, obvio no sin un deje de propaganda islámica. La creación del islam se estaba gestando para aquel entonces y esta película puede ser una pequeña referencia para entender cómo era la situación político -religiosa en medio oriente para aquel entonces, obviamente sin pretensiones académicas o exactitudes ya que la película está hecha para entretener, pese a ser biográfica existe la típica espectacularidad hollywoodense, pero como dije anteriormente, en un ambiente exótico para nosotros como occidentales.

No está mal que productoras árabes empiecen a desarrollar este tipo de material ya que es un trabajo muy bien logrado, conmovedor y fascinante pero sobre todo pese a no gustarme ninguna religión, ofrece un mensaje profundo y sincero, promoviendo la libertad y el bien para todos, paradójicamente lo contrario de lo que piensan muchos radicales fundamentalistas a día de hoy.

Los escenarios son maravillosos, junto al apartado grafico que no debe de envidiarle nada al cine norteamericano. A través de este film podemos observar a una Meca en donde florecía el islam y en donde muchos musulmanes estaban a punto de partir a la Jihad, eran tiempos complicados para el mundo árabe que no querían deshacerse de sus viejas costumbres o de sus viejos dioses los cuales como podrán apreciar en la película, son muy avariciosos.

También hay muchas escenas de aprendizaje, de hecho podría decirse que toda la película es un constante aprendizaje, tiene ese toque de sabiduría constante con el leitmotiv que deje en párrafos anteriores. Sin hacer spoiler, al ver esta película veras muchas escenas realmente conmovedoras que nos tocan el corazón y nos hace reflexionar y deliberar hasta qué punto somos buenas personas o hasta qué punto somos esclavos de nuestros deseos, hasta qué punto la codicia o la envidia puede llegar a afectar la vida de muchos y que futilidad conlleva vivir una vida así, vacua y sin sentido.

Una película altamente recomendada, que no los dejara indiferente si bien no ofrece una propuesta arriesgada como lo fue La doncella sin manos en mi reseña anterior, pero la película no tiene ese tipo de pretensiones, sin embargo nos deja embelesados con el apartado grafico, una hermosa banda sonora y una sabiduría proveniente del medio oriente que hará conmover y reflexionar a más de una persona.