SUEÑO
Sentado en su sillón favorito Carlos se fue quedando dormido, al cabo de unos minutos se encontraba caminando por la playas más blancas que nunca había visto en su vida, tras una larga caminata se encuentra un muelle y, allí observo a un grupo de personas pescando. Al mirar con más detalles vio a John no veía desde hacía muchos años, al percatarse de quien estaba en ese lugar fue acercándose hasta llegar a su lado y es cuando lo saluda como lo hizo la última vez que lo vio.
Después de esto le dice:
- ¿Qué haces aquí? Pregunta Carlos.
- Yo, pescando para pasar el tiempo y, ¿tú que haces aquí? Responde Juan
- Yo estaba en casa y de repente aparecí en estas hermosas playas. ¿Y has pescado algún pez grande como los que sacábamos en casa? Dice Carlos
- Sí, he sacado 2 meros y 3 pargos grandes. Responde Juan
- Qué bueno. Dice Carlos.
- Toma esta caña he intenta pescar tú también. Le dice Juan.
- Ok, intentare pescar.
Así pasan gran parte de la tarde. Hasta que de repente llega Roberto _amigo de ambos que había fallecido hacia 5 años_ Carlos se sorprende pero no le presta mucha atención y continúa pescando. En un momento dado Roberto dice:
- Juan te toca.
- ¿Me toca qué? Pregunta Juan
- ¿Sí, como que le toca? Pregunta Carlos.
- Sí le toca pasar al juzgado celestial, este lugar era solo para que pensaras y esperaras. Además ¿Cómo y cuándo llegaste tú Carlos? Dice Roberto
- Pues me encontraba en mi sillón favorito y, de repente me encontré aquí en estas hermosas playas. Le responde Carlos.
Mientras estos hablaban Juan se fue hacia unas puertas enormes las cuales nunca había visto sino hasta que Roberto le comunico que le esperaban. Al cruzar se encontró con varias personas sentadas en unos bancos y otra detrás de un gran escritorio los cuales lo estaban esperando.
- Pero ¿tú sabes dónde estamos? Pregunta Roberto.
- Pues no me he puesto a pensar que sitio es este. Responde Carlos.
- Este es uno de los sitios donde las personas que fallecen esperan a ser juzgadas cada persona tiene un lugar para esperar, aunque hay casos donde varias almas que les toca el mismo sitio. Pero creo que a ti ni te toca este sitio ni te toca todavía. Espérame un momento. Dice Roberto.
Carlos aunque pensativo no le presto mucha atención a lo que dijo Roberto. Ni siquiera se había dado cuenta que Juan ya no estaba con él. Este siguió pescando y pensando que Roberto bromeaba, al cabo de unas dos horas regreso Roberto y le dice:
- Pues sí yo tenía razón aun no te toca.
- Entonces es en serio lo que me dices. Le responde Carlos.
- Sí es verdad todo lo que te había dicho.
- Pensé que bromeabas y, ¿eso quiere decir que morí?
- Eso es correcto, pero como aun no te toca volverás.
- ¿Cómo así?
- Así como los oyes volverás. Y, pensaras que todo ha sido un sueño.
No había terminado de decir “sueño” cuando ya Carlos estaba despertando de esa siesta que tenía por costumbre toma en las tardes todos los días.
Sentado en su sillón favorito Carlos se fue quedando dormido, al cabo de unos minutos se encontraba caminando por la playas más blancas que nunca había visto en su vida, tras una larga caminata se encuentra un muelle y, allí observo a un grupo de personas pescando. Al mirar con más detalles vio a John no veía desde hacía muchos años, al percatarse de quien estaba en ese lugar fue acercándose hasta llegar a su lado y es cuando lo saluda como lo hizo la última vez que lo vio.
Después de esto le dice:
- ¿Qué haces aquí? Pregunta Carlos.
- Yo, pescando para pasar el tiempo y, ¿tú que haces aquí? Responde Juan
- Yo estaba en casa y de repente aparecí en estas hermosas playas. ¿Y has pescado algún pez grande como los que sacábamos en casa? Dice Carlos
- Sí, he sacado 2 meros y 3 pargos grandes. Responde Juan
- Qué bueno. Dice Carlos.
- Toma esta caña he intenta pescar tú también. Le dice Juan.
- Ok, intentare pescar.
Así pasan gran parte de la tarde. Hasta que de repente llega Roberto _amigo de ambos que había fallecido hacia 5 años_ Carlos se sorprende pero no le presta mucha atención y continúa pescando. En un momento dado Roberto dice:
- Juan te toca. Dice Roberto
- ¿Me toca qué? Pregunta Juan
- ¿Sí, como que le toca? Pregunta Carlos.
- Sí le toca pasar al juzgado celestial, este lugar era solo para que pensaras y esperaras. Además ¿Cómo y cuándo llegaste tú Carlos? Dice Roberto
- Pues me encontraba en mi sillón favorito y, de repente me encontré aquí en estas hermosas playas. Le responde Carlos.
Mientras estos hablaban Juan se fue hacia unas puertas enormes las cuales nunca había visto sino hasta que Roberto le comunico que le esperaban. Al cruzar se encontró con varias personas sentadas en unos bancos y otra detrás de un gran escritorio los cuales lo estaban esperando.
- Pero ¿tú sabes dónde estamos? Pregunta Roberto.
- Pues no me he puesto a pensar que sitio es este. Responde Carlos.
- Este es uno de los sitios donde las personas que fallecen esperan a ser juzgadas cada persona tiene un lugar para esperar, aunque hay casos donde varias almas que les toca el mismo sitio. Pero creo que a ti ni te toca este sitio ni te toca todavía. Espérame un momento. Dice Roberto.
Carlos aunque pensativo no le presto mucha atención a lo que dijo Roberto. Ni siquiera se había dado cuenta que Juan ya no estaba con él. Este siguió pescando y pensando que Roberto bromeaba, al cabo de unas dos horas regreso Roberto y le dice:
- Pues sí yo tenía razón aun no te toca.
- Entonces es en serio lo que me dices. Le responde Carlos.
- Sí es verdad todo lo que te había dicho.
- Pensé que bromeabas y, ¿eso quiere decir que morí?
- Eso es correcto, pero como aun no te toca volverás.
- ¿Cómo así?
- Así como los oyes volverás. Y, pensaras que todo ha sido un sueño.
No había terminado de decir “sueño” cuando ya Carlos estaba despertando de esa siesta que tenía por costumbre toma en las tardes todos los días.