Mi primer Otoño- EN CUARENTENA
EXTRAÑAMOS:
Extrañamos la familia, nuestros amigos, nuestra vida antes de que todo sucediera, y es que parece mentira pero en dos meses todo ha cambiado de una manera muy rápida y muy dura. Ya nadie se saluda como antes, no hay besos ni abrazos, no hay visitas, no hay paseos, la vida se esta desarrollando sola a las afueras de nuestras casas sin nosotros, esta tan anhelada soledad para muchos ya se esta volviendo abrumadora.
Encerrados y con miedo, pues muchos no estamos en nuestras casas propias, como pagaremos las cuentas si no nos exponemos a trabajar por ello, como pagamos nuestra salud si nos exponemos para pagar nuestras cuentas, el mundo se ha vuelto un transito rápido de ansiedad, un huracán de emociones y un mar de quietud con un maremoto en su interior que aun no parece exponerse a la superficie de ninguna manera y que en cualquier momento se llevara a su paso todo lo que pueda.
Nos cansamos de no valorar tantas cosas que ahora anhelamos, nos cansamos de gritar contra el mundo que nada nos detendría y aquí estamos varados, en nuestras casas, muchos engordando y otros muriendo por un pedazo de pan, muchos descansando y algunos otros llorando en silencio pues no saben que les deparara el futuro cercano, nos cansamos de ser los genios que todo lo saben, que nada les gana, los sabelotodos, los dueños de la tierra, cuando solo somos huéspedes.