El respeto y los valores también emigraron?

Hola queridos Steemians... Un gusto en saludarles hoy nuevamente.

Tal como les había comentado antes, soy de Venezuela, el país donde todo es posible. No es secreto para nadie lo mal que estamos como país, no solo en lo económico sino también como sociedad. El venezolano, en su gran mayoría (o así lo quiero creer) es alegre, carismático, bondadoso, solidario y como dicen por aquí, 100% echado para adelante. Pero de un tiempo para acá, parece que no es ese el común denominador.

Se han perdido el respeto, los valores y las buenas costumbres y en lo personal, este es un gran llamado de atención. Debemos despertar, reaccionar, y tomar cartas en el asunto. Ustedes dirán ¿y qué podemos hacer? Eso me lleva a recordar una famosa frase que nunca falto en mi niñez y que todavía escucho: "La educación entra por casa".

Fui bendecida hace dos años pues, después de tanto pedirlo y esperarlo, tuve la dicha de convertirme en la mamá de una hermosa princesa y aquí entre nosotros, sinceramente, me aterra pensar en que clase de persona se convertirá en un futuro (si, se lee bien, me aterra!!!). Si bien es cierto que el trabajo que hacemos como padres es fundamental para determinar quienes serán nuestros hijos cuando crezcan, no se escapan del entorno que los rodea y rodeara en su momento, pues aunque quisiéramos mantenerlos en una burbuja algún día saldrán al mundo exterior. Es por eso que creo firmemente que, como padres, somos responsables de forjar en ellos esos valores que tanto hacen falta en nuestro país y en el mundo. Somos nosotros quienes debemos darles las mejores herramientas para que se conviertan en adultos con fortalezas, con sentido común, con objetividad, capaces de hacer aportes en pro de recuperar un poco todo lo que hemos perdido.

Los niños necesitan tiempo de calidad, necesitan amor, paciencia, necesitan que sean reforzados sus buenos comportamientos, y ¿por qué no?, también necesitan ser corregidos cuando hacen algo que no está bien. Darles todo tampoco es la solución, solo porque piensas que así estás compensando tu ausencia en casa. La crianza de un niño no es tarea fácil, y mucho menos en un país donde se hace necesario que ambos padres trabajen para poder mantener un hogar pues la difícil situación económica no permite que mamá se quede en casa solo a "criar y cuidar muchachos". Me ha tocado ver niños que, coloquialmente, los están criando y cuidando el televisor y la computadora de su casa (en mis tiempos; ahora es "la tablet"). También se de criaturas menores de 10 años que cuidan, solos en casa, de sus hermanos más pequeños, porque mamá y papá tienen que trabajar, y señores, eso no siempre termina bien.

Siempre pienso que somos muy afortunados, porque estoy segura que todos nosotros tuvimos y tenemos oportunidades que no todos tienen. ¿Te has detenido alguna vez a pensar como hace la señora que plancha y limpia con sus hijos cuando salen de la escuela y ella sigue en tu casa? ¿Quién cuida a los niños de la niñera cuando ella está cuidando a tus hijos?. Es aquí donde te das cuenta que las cosas no están funcionando bien en el mundo.

Ahora quizás pensemos que es poco lo que podemos hacer para colaborar a que las cosas cambien pero también es cierto que no todo está perdido. Solo tenemos que poner nuestro granito de arena en pro de hacer de este un mejor mundo y un mejor país en donde nuestros hijos puedan crecer y tener el futuro que tanto hemos soñado para ellos. Créeme que las pequeñas cosas hacen la diferencia. Se un ejemplo para tus hijos, enséñales a decir buenos días al llegar, hasta luego al despedirse, a decir gracias, a pedir disculpas, a botar la basura en la papelera, a esperar su turno en la cola, a no pasarse el semáforo en rojo, a compartir con el que menos tiene, a sentir empatía por la situación de las demás personas, a respetar a sus iguales, a amar a los animales, a apreciar y valorar lo que tiene, dale seguridad en si mismo, enséñale que nadie es más que ellos pero que las demás personas tampoco son menos. Enseñales sencillez y humildad, que su esencia no se pierda nunca. Enséñale a amarse y quererse a si mismo pero sobretodo ámalos y quiérelos tu. Les aseguro que esto marcará el punto de inflexión.

Saludos y gracias por leerme.
XOXO!