Descripción de un crimen

El primer golpe fue por el flanco derecho con un cuchillo recto, le atravesó la palma de la mano derecha y luego se le hundió hasta el costado, retiro el cuchillo con su pulso fiero, y le aserto un segundo golpe casi en el mismo lugar, lo raro era que el cuchillo volvía a salir limpio, le había dado por los menos tres veces y no había una gota de sangre, se torció con los brazos cruzados sobre el vientre, después de la tercera cuchillada, soltó un quejido de becerro y trato de darles la espalda, pero el que estaba a su izquierda con el cuchillo corvo, le acertó entonces la ultima cuchillada en el lomo y salio un chorro de sangre a alta presión, se apoyo de espalda contra la puerta, sin la menor resistencia, como si solo quisiera ayudar a que lo acabaran de matarlo por partes iguales, no volvió a gritar, al contrario parecía que estaba riendo.

Entonces ambos siguieron acuchillándolo contra la puerta con golpes alternos y fáciles, pero ambos despertaron de pronto a la realidad, porque estaban exhaustos y sin embargo les parecía que no se iba a derrumbar nunca. Tratando de acabar uno le busco el corazón, pero se lo busco en la axila donde lo tienen los cerdos.

En realidad el no caía porque ellos mismos lo estaban sosteniendo a cuchilladas contra la puerta. Desesperado le dio un tajo horizontal en el vientre, y los intestinos salieron con una explosión. El otro iba hacer lo mismo pero el pulso se le torció de horror y le dio un tajo extraviado en el muslo, pero permanecía aun instante apoyado contra la puerta, hasta que vio sus propias viseras al sol, limpias y azules y cayo de rodillas.

Crónica de una muerte anunciada, Gabriel Garcia Marquez