¿Tienes un mal día?

Esto es cuestión de unos cuantos minutos, pero, definitivamente es algo importantísimo para volver a ti, tan simple que nunca lo hacemos como practica, pero, vale la pena crear este habito. Cuando te sientas abrumado, frustrado, preocupado, nervioso, angustiado, o, para resumir, te aborden emociones tormentosas, simplemente, tomate el pulso, siente su palpitar, este simple sentir de estas pulsaciones te hace conectarte contigo nuevamente, tiene un efecto agradablemente tranquilizador, lo puedes combinar con respiración sincronizada, la cual, consiste en aspirar contando hasta cuatro, retener la respiración por cuatro segundos y exhalando contando nuevamente cuatro, inténtalo, vale la pena recurrir a ello en esos días de estrés.