Cuando vives en un país tan caótico como Venezuela, no tener la virtud de la paciencia es fulminante para tu salud emocional y mental.

Yo siempre he sido muy ansiosa, si ven mis uñas sabrán que es verdad, siempre necesito un resultado instantáneo de las cosas y si no lo veo me desanimo y abandono.

Por eso hace algunos años comencé a buscar la manera de cultivar mi paciencia y aprender que todo tiene un tiempo y un proceso cortó, medio o largo. En esa búsqueda conseguí el crochet, pues cada proyecto implica tiempo, atención, y cariño para que salga y de un resultado hermoso.

Aprendí gracias al magnífico Youtube, en un canal de una señora brasilera, así que de paso aproveche y aprendí algo de portugués. Jajajajaja les dejo el enlace a su canal.

De esta manera sembré una planta (paciencia) que con cada proyecto de crochet cultivo, punto a punto busco grabar en mi subconsciente que las cosas tienen un proceso y que cada pequeño paso es importante para realizar satisfactoriamente el siguiente, que del apuro solo consigo realizar puntos feos que me obligaran más adelante a deshacer el trabajo y volver hacerlo, que la frustración es parte del proceso de aprendizaje, que contar ayuda a calmarme y lo más importante, el resultado siempre vale la pena.

Estas fueron las fotos que conseguí de uno de mis proyectos, por si les gusta les dejo el enlace de Youtube de donde saque el patrón y la idea.