La raza humana está plagada de imperfecciones, a pesar de haber sido creada a imagen y semejanza de DIOS. Una de ellas es la mentira.

Se puede pensar que estamos exentos de la tendencia a falsear la verdad, pero es difícil. ¿Quién no ha dicho una mentira?

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Por supuesto, se puede usar la mentira de muchas formas, tal como lo prevé de manera amplia thefreedictionary:

Mentira:
es mentira. bola, embuste verdad

1. Errata en un escrito o impreso, en especial en un manuscrito. equivocación
2. coloquial Mancha pequeña blanca que aparece a veces en las uñas. selenosis
3. coloquial Crujido que hacen los dedos al estirarlos.
4. mentira piadosa La que se dice para agradar o favorecer a una persona.
5. coger a una persona en mentira coloquial Descubrir que ha mentido si te cojo en mentira nunca más confiaré enti.
6. parecer mentira coloquial Expresión que se usa para mostrar asombro, admiración o queja por una cosa parece mentira que seas tan cruel; parece mentira que hayan pasado cinco
   https://es.thefreedictionary.com/mentira.

Personalmente creo que las mentiras piadosas se pueden usar de forma muy responsable.

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También creo que a los amigos no se les debe decir mentiras y mucho menos a tu familia. La mentira puede ser por una acción o por una omisión. En ambos casos es muy grave.

El mentiroso pierde el prestigio de forma contundente. La credibilidad de una persona no es algo para jugar. Si adquieres fama de mentiroso, será difícil que alguien crea nuevamente en ti.

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Algo así ocurrió con los mandatarios venezolanos de los últimos veinte años. Muchos creyeron en Chávez y a pesar de que el afirmaba, de manera categórica, que no haría un gobierno comunista, muchos de sus actos pronto lo dejaron en evidencia de que nos estaba mintiéndo.

La gente lo comenzó a llamar “Pinocho”, por extensión con el personaje Pinocho (en italiano Pinocchio), la marioneta de madera protagonista del libro "Las aventuras de Pinocho", escrito por Carlo Collodi. Para saber másDale click aqui.

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Ese hecho me llevó a bautizar uno de mis perros de cacería como pinocho.

Ese beagle, muy vistoso y ágil, entraba al monte con un escándalo tal, que se llevaba a los otros perros cazadores que creían tener un rastro efectivo.

Ese perro era un tremendo mentiroso. Ladrando manifestaba su alegría por andar libre en el campo. Por eso lo llamé pinocho y él, atendía gustoso por ese nombre.

Parece mentira pero entre embuste y más embuste, nos llevaron a convalidar un sistema político que ha destruido la economía y salud de un país rico.

Basta con ver las propagandas del gobierno en TV, medios impresos y las de los medios radioeléctricos. Con base en mensajes que en su mayoría son falsos, se ha subyugado a los votantes, para que crean que votan y eligen a sus autoridades. Lo importante no es el pueblo, sino perpetuarse en el poder.

El hombre usa la mentira con muchos fines, casi siempre inconfesables. La mujer no escapa de este hecho. Los niños tienen fama de mentirosos.

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Un equipo de investigadores de la Universidad de California del Sur (EE UU) descubrió que la estructura del cerebro de los mentirosos compulsivos es distinta de la de los honestos. Los embusteros compulsivos tienen en el lóbulo frontal del cerebro un 22 % más de sustancia blanca que de sustancia gris.
Eso les da mayor conectividad nerviosa y por ende, mayor capacidad de tramar mentiras.

Para saber más Dale click aqui.

Es definitivo, decir mentiras es deshonesto y eso no le conviene a nadie. Lo peor de todo es que los mentirosos saben que están mintiendo.

A veces, llegan al extremo de creer las mentiras que ellos dicen.

Para los psiquiatras, la mentira puede llegar a ser patológica. No dejo de pensar en el doctor Edmundo Chirinos y su paciente.

La mitomanía fue descrita por primera vez en la literatura médica en 1898, por Anton Delbrueck.

La próxima vez que vayan a hablar con alguien, recuerden esta publicación. A lo mejor se cohíben.

Alí Riera