source

Estimada comunidad de @steemit en espaol, el nacimiento de un hijo, es una gran bendición para la vida de una mujer, sin embargo en algunos casos se presenta la depresión postparto. Generalmente hay un poco de miedo al hablar de eso, como si fuera casi un pecado asociar la depresión con uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer. Lo cierto es que la depresión posparto es un problema silencioso que puede convertir el período inmediatamente posterior al nacimiento en una pesadilla.

La prevención es la mejor arma para ayudar a las nuevas madres y familiares a reconocer de inmediato el problema. La depresión posparto es una condición depresiva que ocurre dentro del primer mes del nacimiento del niño.

La depresión posparto no debe confundirse con esa leve melancolía y tristeza que afecta a un gran porcentaje de mujeres. La condición completamente temporal y vinculada a la necesidad de un período de adaptación a la llegada de un niño y a todos los cambios que esto conlleva.

La depresión posparto es afortunadamente menos frecuente, sin embargo, el cuadro clínico es mucho más serio y comprometido y puede tener un gran impacto no solo en la madre sino también en el niño. Esta es una depresión real, cuyas causas también se pueden rastrear a los cambios hormonales relacionados con el parto.

La caída de los estrógenos y los cambios hormonales en la prolactina, la progesterona, etc., contribuyen a disminuir el estado de ánimo. A esto hay que agregar una serie de factores de riesgo importantes: parece ser que las madres solteras tienen una mayor probabilidad de desarrollar una depresión posparto. Las condiciones económicas, el aislamiento social y los eventos traumáticos de la vida también juegan un papel importante.

Los síntomas más comunes de la depresión posparto son: desapego del recién nacido y terror de poder lastimarlo; aislamiento; ansiedad y agitación; depresión y hechizos de llanto; cansancio continuo; pérdida de placer por actividades normales; baja autoestima; cambios en el apetito y el sueño; sentimientos de culpa; pensamientos frecuentes de muerte y / o suicidio.

Si siente todos estos sentimientos y se ve a sí mismo en los síntomas principales de la depresión posparto, no tenga miedo de pedir ayuda. Estar enfermo no es una vergüenza y solo involucrando a los miembros de su familia puede finalmente sentirse bien nuevamente.

La pérdida de sueño, los ritmos del día alterados, el nerviosismo, a menudo conducen al abuso del café y el té, en un intento de encontrar esas energías que sientes que has perdido. Esto solo aumentará la tensión y desencadenará un círculo vicioso del que será difícil salir, por eso se recomienda NO abusar con el consumo de la cafeína.

Continuar comiendo sano incluso después de dar a luz ayuda a proporcionar al cuerpo todos los nutrientes que necesita. Evite saltear comidas o tragar bocadillos y dulces. Esfuércese por comer al menos 5 porciones de frutas y verduras cada día, prefiriendo una dieta equilibrada.

La presencia y el apoyo de las personas que lo rodean es una de las claves para el éxito de su recuperación. Es la sensación de soledad lo que alimenta la depresión, así que trata de no estar solo. Incluso si el niño requiere mucho cuidado, trate de conversar con los demás para que libere sus presiones en la situación.

Es probable que mantener todo dentro cree una roca dentro de usted. No tenga miedo de expresar lo que piensa y siente. Descubrirá con gran sorpresa que incluso su madre o su suegra se sintieron perdidas inmediatamente después de dar a luz. Cada madre sabe lo que significa tener que lidiar con el período posterior al nacimiento y esto te ayudará a no sentirte como una mala madre.

Los recién nacidos necesitan un padre que sepa cómo responder de inmediato a todas sus necesidades básicas, tanto prácticas como emocionales. La depresión puede evitar que la madre tenga esa claridad mental y fuerza para cuidar a su hijo. Por esta razón, es esencial que el padre u otro miembro de la familia estén presentes y activos.

Dedicarse a actividades agradables, dar un agradable paseo al aire libre, son momentos de relajación que ayudan a recuperar el buen humor. Permanecer en el interior todo el tiempo, incluso peor en el dormitorio debajo de las sábanas, solo estimulará los malos pensamientos. Ármate de valor y sal, especialmente en los días soleados.

A menudo, la maternidad se considera una relación exclusiva madre-hijo, olvidando que también hay padres. Asegúrate de que también entre en este juego para dos, déjalo cuidar al bebé, cambiarle el pañal o ayudarlo en el baño. De esta manera, sentirá menos el peso de las responsabilidades y podrá aprender a confiar en su pareja.

Cuando tuve a mis dos hijas, trate de involucrar a su padre en el cuidado de las niñas, sobre todo porque las no contaban con abuelas y debiamos darles todo el amor del mundo, gracias a Dios no sufri depresión, pero si quisiera contribuir a evitarla.

Gracias por visitar mi blog. Saludos @alicargofer.