¿Cómo afecta a nuestra salud la pérdida de un ser querido o algo apreciado? Tipos de duelo, etapas y como afecta nuestro organismo afrontar el duelo
Lo más valioso en nuestra estancia en esta vida, siempre será las relaciones humanas. Creo firmemente en ello, ya que lo más valioso con lo que podemos toparnos durante el pasar de los años son las personas. Claramente hay algunas que tendrán un efecto negativo en nuestra vida, pero las relaciones con los demás, lo que nos une a otro ser que piensa, vive y siente al igual que nosotros, es de las cosas más gratificantes.
Podría dedicar varios párrafos hablando de lo importante que son las personas que forman parte de nuestro circulo personal y conectivo del día a día, pero eso es algo que ustedes bien saben.
Ya que el duelo y su proceso se puede manifestar no únicamente con el fallecimiento de un ser querido, sino además de la separación forzosa o no premeditada de un ser amado, así como también de alguna mascota u objeto apreciado y de gran valor, para la fácil comprensión del artículo y no caer en detallar cada uno, llamaremos a cualquiera los sujetos que provoquen el duelo como la ''pérdida''. Aunque claramente la mayoría estará enfocada en detalle al fallecimiento de alguna persona.
Nos apegamos tanto a otros, que en el momento en el que se van de nuestras vidas, afrontamos una etapa de dura transición para afrontar esta pérdida. Hay personas a las cuales nos hemos apegado y relacionado de manera tan estrecha, que es difícil racionar el desarrollo de nuestra vida sin ella o esas persona/s. Al hacer referencia a una pérdida, he de dejar en claro que no se trata únicamente del fallecimiento de la misma. El terminar una relación sentimental, una separación forzosa son procesos que efectivamente también conllevan a un proceso de duelo. Somos seres sociales y nos amoldamos al comportamiento grupal, y en este caso al convivir y compartir vivencias con personas, y separarlas de la vida y la rutina, es inevitable el sentir que se ha perdido algo preciado.
Síndrome del corazón roto
Los síntomas que se sufren tras la pérdida de un ser querido pueden ser variados desde problemas de la salud, hasta la manifestación de cuadros depresivos. A estas manifestaciones en los cambios de estado de salud y/o emocionales se les suele asociar como afecciones de un ''corazón roto''., y esto quizás tiene su justificación más allá de tratar sobre una metáfora, ya que se ha demostrado que las personas que sufren la dura pérdida de un ser amado tienen a padecer de problemas cardiovasculares, entre otros que hablaremos más en concreto.
Es común haber oído o presenciado, cuando una persona enviuda, que la misma al pasar poco tiempo sufre el mismo destino que su pareja. el viudo/a (En este caso particular) suele fallecer al poco tiempo de que su pareja lo ha hecho. No es un hecho que toma por sorpresas a familiares y amigos, ya que es notorio que la salud del cónyuge aún con vida se deteriora. Esto es más común en las personas de avanzada edad, es habitual que las personas mayores padezcan de complicaciones en la salud, y el choque emocional que representa afrontar la pérdida de alguien querido es una causa que agrave el ya existente problema de salud.
El duelo se manifiesta mediante distintas reacciones; emotivas, físicas, cognitivas, conductuales, reacciones sociales, e inclusive espirituales/religiosas dada la practica que se siga. y cada una va a tomar tiempo determinados en consecuencia de distintas etapas que se afronta durante el duelo:
La negación de lo ocurrido.
La etapa de la ira, el enojo consigo mismo o los distintos factores que quizá provocaron la pérdida del ser querido.
La etapa de la negociación, en consecuencia de que y quien se ha perdido y los distintos cambios que ahora ocurriran, sean beneficiosos o no.
La etapa de la depresión, afrontar que la pérdida es algo irrecuperable y se tiende a vivir la depresión, se reconoce la sensación de vacío que la pérdida genera.
La aceptación, es un hecho que ya no se puede cambiar, o poco está en manos propias para hacer reversible la situación.
tipos de duelo y ¿Cuánto se supone que debe durar el duelo?
El tiempo para el desarrollo de cada etapa en el duelo es muy variante, tanto de la personalidad del individuo, así como también del lazo afectivo y emotivo con la pérdida, el valor que le ha dado al mismo sea recíproco o no (en caso de que la pérdida sea una persona) el carácter formal de la relación que les une. Por ejemplo: no sería lo mismo la pérdida de un ser querido tan directo como un padre o una madre para un individuo, como lo sería con su tío o algún familiar no tan cercano. Ni la misma relación y aprecio que se le puede tener a una mascota, o en todo caso a un objeto de valor muy personal que se la adjudique una carga emocional, como un objeto heredado o dado por un ser querido. El valor que se le pueda tener a un objeto conseguido con una gran sacrificio personal, y que ha sido anhelado por mucho tiempo. Son muchos los factores que pueden variar, como los ya mencionados, así como también la personalidad del individuo que deba afrontar el duelo. Y entender que no todas las personas, y los casos, son comparables.
Un tipo de duelo que también se puede afrontar, que es poco común, son las pérdidas en el embarazo, un duelo que se afronta desde la expectativa que se tenía por la persona que nunca se llegó a conocer, pero almacenaba gran ilusión por parte de sus padres y familiares.
Otro tipo de duelo, que no necesariamente involucra a la muerte, es la separación forzada de los hijos, producto de rompimiento de matrimonios. Sobre todo, cuando una de las partes, papá o mamá, está condicionada para ver a su/s hijo/s. O que en todo caso, la persona que tiene legalmente la responsabilidad del niño abandone el país o se encuentre a una distancia en la que el otro padre no puede acceder.
La pérdida de alguna parte del cuerpo también puede provocar un duelo en el individuo. Normalmente es provocado por la pérdida de alguna extremidad (brazo, pierna, mano, pie) o de algún órgano responsable de algún sentido. Esto puede llegar a ser más significativo cuando la pérdida física traiga como consecuencia la detención de alguna actividad que le apasione o que su vida dependa de ello: por ejemplo la pérdida de una pierna o pie para un futbolista profesional puede llegar a ser más traumante que para alguna persona que no se dedicara al fútbol, o deporte en general. o un guitarrista pierda algún dedo o su mano en general.
El duelo es una respuesta normal a la pérdida, y de hecho es necesario que el individuo atraviese por el mismo y sus etapas pertinentes, ya que el transcurrir de las etapas ya mencionadas la persona afronta y se desahoga ante la situación. El duelo evita que la persona padezca de problemas psicológicos que posteriormente agraven la condición de la persona, y de hecho se transforme en alguna patología.
Afecciones en la salud provocadas por el duelo
El primer duelo del pintor francés William Bouguereau
Son muchos los síntomas que una persona puede afrontar durante el duelo, y como ya ha sido mencionado también va a variar de la condición física, emocional y afectiva que el individuo pudo sentir por la pérdida. Las consecuencias más comunes que el individuo debe afrontar son: Cuadros de depresión (que nada tienen que ver con el trastorno mental) el individuo que afronta el duelo sufre una etapa de desanimo para la realización de actividades comunes en su día a día. Conversar con otros sobre la situación, y especialmente lo que siente es lo más sano para sí mismo, pero existen periodos en los que no se desea entablar conversaciones ni distraerse de la realidad, inclusive, se desea simplemente no pensar en nada.
En gran parte los problemas directos de la salud son provocados por la segregación excesiva de cortisol, una hormona que se libera cuando se sufre de estrés. En pequeñas dosis, el cortisol es beneficioso para el organismo; ayuda a producir energía, regular el azúcar en la sangre, presión arterial y el sistema inmunológico. Pero la liberación en grandes cantidades puede ser perjudicial para la salud.
La liberación excesiva de cortisol puede ser dado por padecer de problemas suprarrenales, o el estrés y/o afrontar un cuadro depresivo, tal cual sucede en el proceso del duelo, a continuación un extracto del portal Salud.uncomo.com:
Cuando los niveles de cortisol se elevan de forma considerable, el paciente puede experimentar o padecer síntomas como presión arterial elevada, depresión o ansiedad, problemas digestivos, enfermedades cardíacas, presión arterial alta, alteraciones en el sueño, aumento de peso, deshidratación y envejecimiento de la piel prematuro.
Además, es posible que las mujeres que desarrollan este síndrome lleguen a tener períodos irregulares, un excesivo crecimiento de vello facial, así como un menor deseo sexual (lo que también puede darse en hombres.
Sensación de debilidad general es un sintoma apreciable durante esta etapa, el shock que puede representar la pérdida (más aún cuando no era premeditada) puede crear un fuerte estrés. Un estudio realizado en EEUU por la American Heart Association realizado a casi 2 mil pacientes que habían superado un ataque al corazón, 270 de estas personas señalaron que habían sufrido un ataque después de recibir la noticia del fallecimiento de un ser querido. aunque algunos doctores especifican que el riesgo de sufrir un ataque fulminante al corazón, posteriormente de recibir una noticia sobre un fallecimiento o pérdida es muy bajo, aconsejan tener precaución para aquellos que padezcan problemas del corazón, y no ignorar esas señales como el dolor en el pecho o dificultad en la respiración.
Es esencial hacer hincapié en no ignorar las señales que nuestro cuerpo nos indican, por ello es bueno hacer seguimiento de los síntomas que afloren en el momento del duelo, y no restarle importancia,al creer que el momento que se vive no amerita de la atención a la salud propia.
La pérdida del apetito y la aparición de insomnio son otros síntomas que aparecen durante el duelo. Y es principal causa a la aparición de más afecciones a la salud, ya que el organismo necesita de una buena y continua alimentación, así como el descanso adecuado. No dormir correctamente, ni alimentarse de forma adecuada y en los tiempos correctos, aunado al estrés que se afronta durante la asimilación de la pérdida, puede conllevar a terribles consecuencias en el organismo además de psicológicas.
Durante el duelo es muy común que se tienda a soñar con la pérdida. Relacionando en el sueño, o reviviendo, el hecho que provoca la separación. Así como también olvidar momentáneamente algunas situaciones en particular posterior al hecho, esto quizás es una respuesta como parte de lo sorpresivo que ha sido la pérdida, así como también una forma de negar la dura realidad que debe vivir.
El duelo es una reacción natural, que atravesando por las etapas correspondientes, no dejaría consecuencias en el organismo ni en la psique. Algunos dicen que el tiempo mínimo para atravesar todas las etapas del duelo es de un año como máximo, pero esto puede variar de acuerdo a la inteligencia emocional y conductual de la persona, así como también el contexto y escenario habitual donde se desenvuelva la misma. Las personas con las que se relaciona y que proximidad tenían o no con la pérdida. Esto no quiere decir que la persona no recaiga en ciertas situaciones y reviva en ciclo más corto las etapas del duelo, esto provocado por el recuerdo del hecho ya que ha sido significante, o una fecha relacionada con la pérdida; cumpleaños o fecha de partida, así como también recordar la fecha de algún evento especial, o revivir situaciones compartidas, o visitar lugares que le recuerden a la pérdida.
Se puede dar por finalizado el duelo, o al menos la intensidad del mismo y sus etapas, cuando se retoma a la rutina habitual, o con los cambios que posteriormente el duelo trae. Conocer nuevas personas -teniendo la motivación de hacerlo y no por mera causalidad- realizar de nuevo actividades de gran importancia que se habían abandonado; deportes, arte, cultura. Leer de nuevo sobre aquellos temas de interés, continuar con los cursos y/o preparación académica, salir con amigos y compartir con las personas, y además de ello reflexionar sobre lo ocurrido, meditar en tu soledad que aquello que has vivido es parte de tu estancia en esta tierra, y sea buena, se mala, es la única que tenemos y debemos vivirla y disfrutarla al máximo. Despues de todo, nadie dijo que sería perfecto, pero si puede ser hermoso.
Gracias por leerme. Espero tengas un feliz fin de semana.