¿Cómo ser felices? - Sociedad y felicidad

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¿Cómo ser felices? Una pregunta muy interesante, cuya respuesta puede ser utilizada para manipular e idiotizar al individuo y la sociedad. ¿Pueden la sociedad y otros entes sabotear nuestra felicidad?, ¿La ignorancia nos hace más felices?

El pensar en la idea de la felicidad nos hace toparnos con diferentes concepciones de la felicidad. Algunas personas creen que el placer es felicidad, otros que nuestros genes están directamente relacionados a ser felices, algunos otros piensan que la felicidad es el producto de un conteo de estímulos cerebrales, sin embargo, no es así, es algo más complejo. Existen claves para ser felices, y con ellas obstáculos que debemos afrontar.

Si optas por tomar el camino rápido y sencillo, que consiste en obtener "felicidad" en la búsqueda de placeres, entonces estarías cayendo el error principal de nuestra sociedad actual. ¿Crees que una persona feliz es una persona que compraría de manera impulsiva todo artículo que eleve su estatus frente a la sociedad?, ¿Crees que alguien feliz consumiría cualquier sustancia o comida que le de satisfacción momentánea a pesar de que su cuerpo se encuentre en peligro?, ¿Crees que grandes sumas de dinero son capaces de dar felicidad a quien lo posee? Se ha demostrado que el aumento de la capacidad adquisitiva no está relacionada con la felicidad del individuo, existiendo un punto en el que dinero deja de ser razón de "felicidad". Una persona que gana 50 veces más dinero que los demás, no es automáticamente 50 veces más feliz que el resto.

Los gobiernos dan la ilusión a las sociedades de la eficiencia ilimitada, haciendo que la sociedad crea que mientras más se produce y se consume más feliz se es.

¿Qué dice la ciencia al respecto?

Nuestros genes son importantes, sin embargo, la ya conocida cualidad llamada "Plasticidad cerebral", nos permite hacer cambios fisiológicos en nuestro cerebro, de acuerdo a la manera en la que éste sea utilizado. Es por ello que se torna tan importante saber los obstáculos de nuestra sociedad, ya que el entorno en el que crecemos tiene un rol muy importante en nuestro desarrollo físico y mental. La psicología y la neurología nos señalan que los individuos felices suelen ser aquellos que han tenido una relaciones familiares sanas, quienes han tenido relaciones amistosas y románticas en sus vidas, al parecer, interactuar con otros humanos es esencial para nuestra felicidad. Además de ello, estudios señalan que las personas que sienten que conforman parte de un grupo, ya sea un equipo de fútbol, una familia, o una congregación religiosa, suelen ser más felices.

Pero como suele ser, no todo es tan sencillo, la sociedad se conforma de marañas complejas de situaciones que debemos afrontar.

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¿Cuál es el secreto de la Infelicidad?

Vivimos en una sociedad en la que el individuo ha sido convencido de que mientras más placer se obtenga y más rápido puedas hacerlo, será más sencillo alcanzar el éxito y la tan anhelada felicidad. Vivimos en lo que el sociólogo, filósofo y ensayista polaco, Zygmunt Bauman llamó "Modernidad Líquida". Una sociedad inestable, en la que las relaciones humanas se ven en términos de producción y eficiencia, viéndose también influenciada nuestra formación en las instituciones educativas. En todo el mundo se ha visto el surgimiento de grupos de izquierdas y derechas, con discursos de paz y de odio, grupos que temen ser cuestionados, y que prefieren huir o censurar a quien piense diferente.

Este entorno de incertidumbre da fuerza a pensamientos Postmodernistas, en donde no existe una verdad, sino verdades que puedes tomar o dejar. ¿Qué tan felices podemos ser si no somos capaces de defender nuestras ideas, si no somos capaces de desarrollarnos y defendernos como individuos? Estos pensamientos postmodernistas llevan al individuo a pensar que no tiene ningún valor, que no es importante en la vida de nadie.

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Los filósofos Lucio Anneo Séneca, y Arthur Schopenhauer son muy diferentes, sus ideas sobre la felicidad no residen en la euforia, y la búsqueda del placer. La felicidad se trata de administrar, de no correr hacia los placeres, las fantasías, de estar pendiente de sí mismo y de no dejar de lado la responsabilidad que se tiene respecto al entorno del que se es parte. También se hace un llamado a cultivar las riquezas que solo dependen de nuestra humanidad, las relaciones, las artes y disfrutar todo lo que hacemos.

La felicidad no es un un gozo eterno, no es tener una sonrisa imborrable, la felicidad consiste en afrontar con serenidad todo obstáculo que nos topemos en nuestras vidas, valorar a las personas que nos apoyan y las ideas que nos conforman como individuos, porque nada destruye más a una persona que sentir que no se pertenece a nada, que no se es un individuo, que no se tiene importancia.

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¿La ignorancia nos hace felices?

Aquellos quienes ignoran, no son más felices, solo son indiferentes, quienes tienen la esperanza de que nunca les llegue a afectar los problemas, ya que el saber tiene un peso, el peso de elegir ser responsable en la sociedad o de dejar que ésta caiga a pesar de poder hacer algo para impedirlo. Es complejo decir que se es feliz, cuando hoy en día son pocos quienes son capaces de decir que son individuos, quienes están dispuestos a defender sus ideas, siendo más atractiva la idea de no ser nadie, de no definirse, de esa manera se justifica el vacío. El creer que nada tiene valor ni sentido, es ignorar que las creaciones ideológicas de la humanidad representan el bien y el mal en nosotros. Sin dunda estamos en un momento delicado de la sociedad, uno en el que debemos definirnos como individuos, hay que ser muy egocéntrico para pensar que tu entorno no afectará tu felicidad.

Muchas personas se aprovechan del anhelo de felicidad para vender la idea de que "El universo gira a nuestro alrededor y nos beneficia", cuando no es así, la felicidad del individuo solo se consigue al entender que la reflexión filosófica sobre la sociedad es capaz de darnos bases intelectuales, éticas y morales resistentes y genuinas para enfrentar los problemas del futuro, entender lo indiferente que es el universo respecto a nosotros y lo mucho que debemos valorar la humanidad. Por lo que debemos recordar que la ignorancia no nos hace felices, nos hace indiferentes, y nos lleva a creer que todo está bien, y estará bien.

La felicidad es un camino difícil, pero sin duda es un camino que vale la pena.