La Biología Evolutiva: entre Hechos e Ideas

La Ciencia como tal ha nacido de la curiosidad, intuición, la reflexión y de la necesidad de entender o comprender lo que a diario nos ocurre. En el rigor científico, las ideas se nos muestran tan importantes como los hechos, y estos han permitido un aumento del conocimiento que cada vez se hace más importante.

Las Teorías evolutivas han nacido de la necesidad de aclarar incertidumbres que aún incluso no han sido comprobadas y aclaradas. Premisas tan comunes como la necesidad de conocer cuál es el origen de la vida, aún se mantienen desde tiempos muy remotos. Incluso, llegó un momento en el que ciertos personajes reconocidos como Van Helmont, afirmaban que de las camisas sudadas y el trigo nacían ratones, o que de las piedras nacían los seres vivos (Ovidio).

Entonces vemos que las ideas y los hechos han sido la base del nacimiento de muchos libros y teorías, que hoy tal vez incluso, podamos ver como obsoletas, pero que para su tiempo fueron noticia. Cuando se comienza el hallazgo de fósiles, ya la situación cambia pues los hechos se hacen presentes y las múltiples ideas e hipótesis comienzan a tratar de entender esa situación.

Cada teoría y precepto académico dentro del campo del saber biológico han fortalecido a la Biología Evolucionista, y estudios como los de Gregorio Mendel, Oparin, Cuvier, Linneo, entre otros, han sido muy relevantes, y han nacido de la incertidumbre y la curiosidad.

Un científico evolutivo, es una persona que mantiene una profunda curiosidad en su entorno, y los seres vivos; no se pregunta solamente qué ocurre, sino como llegó esto a ocurrir. Ha de ser una persona con capacidad de integrar diversas disciplinas científicas, que van desde la Física, Química, Ecología y la Geología, entre muchas otras. Esta curiosidad intelectual ha sido muy importante, para establecer premisas y emprender investigaciones que hoy consolidan diversos arboles evolutivos.

Formular un problema, es a veces más importante que encontrar la manera de resolverlo. La imaginación creadora siempre estará presente y ha sido clave incluso para la reconstrucción fósil. Reunirlos, entenderlos, comprender lo que expresa, buscar la fecha de existencia, y ordenar de una manera coherente e inteligible será la clave de la situación. La formulación de una hipótesis puede verse también como la parte creadora de la ciencia, esa que busca dar respuesta y solucionar los problemas.

Constituye la solución tentativa a un problema. Busca predecir algunas eventualidades que pudieron haber ocurrido o podrían ocurrir

Ya nos decía Darwin, uno de los Biólogos Evolucionistas más destacados de la historia que las observaciones sobre los hechos o acontecimientos, sólo pueden llegar a ser útiles, si se orientan a favor o en contra de una premisa o criterio. En consecuencia, cuando realizamos una observación y esta se comporta a favor de nuestra premisa o idea, nuestras hipótesis están respaldadas. Si las pruebas o hechos no coincidieran, se ha de emprender nuevas premisas que permitan entender o solucionar la situación en estudio.

La ciencia ha nacido de la curiosidad, de esas ganas de aquellas personas ligadas a este campo, de dar razón y coherencia a muchos procesos que suceden en su cotidianidad. Una de las cosas que más llamó la atención del creador de la primera lente microscópica fue observar los animalucos (espermatozoides) que salían de su cuerpo. Charles Darwin no escapó de esta situación y durante su viaje a las Islas Galápagos pudo observar con atención esas características de las aves, que variaban de acuerdo a las condiciones geográficas de la zona que habitaban. En esa época Jean B. Lamarck establecía su Teoría de la Necesidad, y fueron las ideas de Darwin la que dieron sustancia a la selección natural como proceso evolutivo vigente. Vemos entonces que, esas hipótesis de Lamarck no lograron ser comprobadas y se quedaron hasta allí.

Sin embargo, los conocimientos de la época no eran suficiente para hablar de genes o herencia, por tal razón hoy aparece el Neodarwinismo, y aunque esta corriente, continua con las ideas primordiales de su creador, ha sumado más hechos y evidencias que lo reafirman, gracias a los avances de la genética, la biogeografía y la Ingeniería Genética.