Confía en mi,
yo no me alejare de ti,
y nunca pero nunca permitiré que te destruyan.

Yo sé que la vida suele dar golpes
y te entiendo, pero hoy es día de levantarse mujer,
hoy es día de victoria, mi querida Venezuela.

¡Vamos! Yo tomaré tu mano
y te guiaré por un camino donde no te haga mas daño
el terrorismo, la economía y sobre todo la gente que te abandona poco a poco.

Todos los días pienso en ti y me preocupa tu dolor.
Mi querida Venezuela,
no permitas que las situaciones te controlen.

Te amo y este amor es eterno.
No es un amor que ve tus fallas,
es un amor que te ve como la mujer perfecta.

¡Comienza a ser libre!
libre de tristeza, libre de frustraciones
y sobre todo, libre para alcanzar tus sueños...