De la boca del creador de los cielos santos.
Circulando dramas y malas pasiones.
Eres como un rayo que perfora el corazón.
Como un salmo pestilente,
Una vez te amé una perra
Quien te va a tirar.
Espero que no nos encontremos de nuevo.
Quería entender, en vano.
El destino, lo eres! Y yo se...
En sus ojos, solo luz y calor.
Y un perro grande no de pura raza.
En todo engaño, amigo,
Los corredores crujen alcances
Y de repente en el coche se oye.
De los golpes del destino ciego.
Los amigos dirán "en un angosto" por diversión.
Hay una verdad amarga:
Amor de una vez por todas...
Oh, ¿te reprocharé?
Y la humedad está en el aire.
Sin pensar contigo de borde a borde.
¿Para roer menos pena?
Oh, si supieras lo difícil.
Susurro: "Adio..."
No percibe esta "democracia" que florece por encima.
¡Las montañas no pueden ser débiles!