Mi sueño siempre fue tener un iPhone. Así que cuando pude comprarlo y manejarlo en simultáneo con un equipo Android comprendí de forma definitiva porque hay una batalla tan grande entre estos dos OS. Es que aunque no lo parezcan, las diferencias entre estos dos equipos van muchísimo más allá del precio o de sus características técnicas. Así que les contaré como experimenté en carne propia la diferencia entre estos dos equipos.

No diré que modelo de Android y de iPhone uso porque me parece que es un detalle irrelevante. Si bien esto puede hacer que cambies de parecer con respecto a lo válido de mi opinión (y se puede prestar para una discusión interesante que podemos tener), la realidad es que por lo menos para mi, no se siente muy necesario decirte si es modelo tal o cual. Solo que son de los dos sistemas operativos mencionados para enfocarnos en lo importante para mi hoy: la experiencia de usuario en Android y en iOS.

Iré detallando lo que considero de cada uno de los equipos a nivel de usabilidad, y porqué pienso que uno u otro es mejor.

Compatibilidad

Un gran defecto que noté al usar iPhone es que muchas de las aplicaciones que usaba en Android eran básicamente incompatibles con la forma de uso del teléfono. No tanto porque no se pudieran usar, sino más bien por la diferencia de eficiencia en los procesos. Para mi, Android corre con muchísima más velocidad y comodidad programas como Google Docs. Obviamente, esto es por el mismo origen nativo de la aplicación y el sistema operativo, pero esto lo podrían tratar a profundidad personas con conocimiento más avanzado en el tema.

Interfaz

La verdad es que la interfaz de iOS es preciosa, eso no se puede dudar. En el aspecto estético no tienen igual, y de hecho sería muy difícil para mí decir que encontré a Android más atractivo visualmente. Pero hay una realidad que no puedo ignorar: iOS no es muy intuitivo. Me tomó mucho tiempo adaptarme a la forma en la que funcionaba este sistema, porque en Android es visualmente instantáneo hacer las conexiones para uno y otro proceso. Y los menús permanecen básicamente iguales.

Facilidad de uso

La verdad es que Android es mucho más sencillo de usar. Y no lo digo solo por mi experiencia personal, sino porque he prestado ambos teléfonos a personas no muy familiarizadas con Smartphones y las reacciones fueron abismalmente diferentes. iOS representó muchísimas caras de confusión, mientras que Android luego de un par de minutos, fue una cara de interés y curiosidad. Adaptarme a Android fue cuestión de horas, mientras que en iOS me tomó un par de dias comprender cómo funcionaba todo.

Almacenamiento físico/en la nube

iOS es exageradamente complicado con su almacenamiento, a mi parecer. En Android tenía un acceso mucho menos limitado, y podría organizar las cosas para estar en el dispositivo y en la nube, de forma simultánea. Mientras que en iOS solo podía elegir uno o el otro. Aunque no se si fue porque desconozco como funciona de forma concreta el iCloud, la verdad lo encontré innecesariamente engorroso.

Aplicaciones

Las aplicaciones y el aspecto en general de ellas es muchísimo mejor en iOS. Aunque muchas de las apps son pagas y hay mucha menos variedad gratuita de la que encuentras en Android, la realidad es que a nivel de creación de apps, iOS gana. Quizá es porque los creadores sienten que se encontrarán con una interfaz mucho más pulida, pero la realidad es que tanto en aspecto como en funcionalidad, las apps de la App Store son mucho mejores.

Para mi, el sueño de tener un iPhone se convirtió en una experiencia increíble que me hizo amar un poquito más la tecnología. Si bien el equipo me ha dado una cantidad considerable de dolores de cabeza de los cuales hablaré otro día, la realidad es que amo mucho iOS. Aun creo que es necesario por la naturaleza de mi trabajo tener un Android, pero creo que de ahora en adelante, me quedaré con iPhone para mi uso personal.

Fuente: Pixabay

Hey, hey. Antes de irte ¿Te gustaría saber un poco sobre Chrome OS para laptops y desktops? Te cuento cómo ha sido mi experiencia al usar una Chromebook.

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-A.