Concurso de Fotografía Cervantes: 2ª Entrega"

¿Necesita la calma de la tormenta para poder ser reconocida como tal?
¿Le llamaríamos calma si no conociéramos esos estados de la naturaleza, o del alma, donde todo se levanta y se revuelve a velocidades que nuestro cuerpo parecería no soportar?
Cuando emigré estuve 4 años sin poder regresar a la isla donde nací. Al cabo lo primero que hice fue bajar hasta el mar. Los que viven en una isla saben bien lo que significa el mar. Estaba lloviendo, pero no me importó, me quedé allí sentada sobre las rocas, mirando las gaviotas que aprovechaban las aguas revueltas; respirando el olor ensalitrado que tanto había echado de menos.
Al caer la tarde dejó de llover. El mar comenzó a quedarse tan quieto que parecía una escena onírica.
Estuve haciendo algunas fotos, la luz escaseaba. Pero hubo un instante en que todo pareció detenerse. Un pelícano sobrevoló muy cerca de mí, sin apenas mover sus alas; el sol iluminó con esa suavidad intensa que es característica de los últimos instantes de vida...o de luz.
Ese fue el momento en que hice esta foto.

Cámara Nikon D80
objetivo 24mm
iso 100
f/22 s/10
La Habana, Cuba.

Concurso patrocinado por el witness @cervantes. No te olvides de votarlo en la siguiente página: http://www.steemit.com/~witnesses