Relato de un adolescente
Ser un adolescente no es nada fácil...
Quiero darles desde mi perspectiva una idea de cómo es el ser un adolescente en la actualidad y cómo sobrevivimos a esta etapa tan dura y rara.
Nuestro día a día es bastante complicado, está repleto de tantas cosas... la escuela, la familia, los amigos, el trabajo, nuestros sueños y metas que, a veces se ven tan lejanos aunque estén tan cerca, todos pasamos por momentos de frustración y desesperación a esta edad, aún más al ver que tratamos de hacer algo 27 veces y las 27 veces nos sale mal, todo el mundo nos dice que no paremos de tratar, que no debemos desistir hasta que lo logremos, creemos que no lo conseguiremos, pero aun así probamos otra vez ya que, que perdemos intentándolo una vez más cierto? Aunque la mejor sensación del mundo es cuando por fin lo logramos, cuando ganamos eso que tanto esperábamos, esos sentimientos que recorren nuestro cuerpo y nos colman de alegría, emoción y motivación sabiendo que solo nuestro esfuerzo fue lo necesario para alcanzar esa meta, para mi nada se puede comparar con ese pequeño pero infinito momento.
La rutina nos parece tediosa, levantarse temprano, ir al colegio, pasar 6 horas sentado en un pupitre escuchando una aburrida clase que realmente no nos interesa (aunque entendemos que podría ser importante), soportar al terrible y típico profesor que nos odia y que no posee ni la menor idea del significado de la palabra felicidad, las constantes discusiones con nuestros padres al llegar a casa porque ellos, aunque nos conocen de toda la vida, siguen sin entendernos ni nosotros a ellos.
Luego al llegar a 5to año, viene la gran pregunta que todos, o la gran mayoría, nos hacemos: ¿Qué carrera universitaria deberíamos elegir? tenemos mucho miedo a equivocarnos, a escoger algo que no nos guste, hacemos miles de test por internet pero seguimos dudando si confiar en una prueba online, o peor aún, cuando nuestros padres nos quieren obligar a estudiar lo que ellos decidan, y sin más que poder hacer tenemos que obedecer, porque de igual manera siguen siendo nuestros padres y ellos mandan.
Ciertamente todas estas experiencias, tanto buenas como malas, son las que nos forjan como personas, nos hacen cada vez un poco más maduros. El hecho de crecer a algunos nos aterra ya que empezamos a independizarnos y a tomar las riendas de nuestro destino o como sea que quieran llamarlo, la verdad es que no hay nada que temer, en algún momento todos lo hacen, y si los demás pueden deberías preguntarte a ti mismo.... ¿Porque no tú?