La Academia como una institución de la sociedad que debe impulsar grandes cambios.

Acabo de terminar de leer un libro clásico titulado “La sociedad del espectáculo”, del autor francés Guy Debord; que me da muchas pautas para la siguiente reflexión que comparto con ustedes, estimados lectores y colegas. Brevemente explico cuál es la tesis del autor para llamar a la sociedad como un espectáculo.

Parte de la premisa sociológica de que el individuo como elemento social, en un inicio en su quehacer colectivo se preocupaba por satisfacer la esencia del “Ser”, de ahí que se desarrolló la intención de explicar los fenómenos y justificar el poder de unos sobre otros, desde el punto de vista mitológico. Después vendría el quehacer de la filosofía.

Una vez que el ser humano aparentemente satisfacción esa necesidad pasó a la preocupación latente por el “tener”. Empezó a diseñar toda una serie de mecanismos para poder dominar aspectos de la naturaleza y a otros seres humanos para tener lo que en un principio, eran necesidades innatas. Poco a poco el deseo de poder se fue incrementando, históricamente se explica con las conquistas.

Al final, el ser humano ha pasado por satisfacer una mirada engañosa de sí mismo volviendo todo un espectáculo que no refleja la realidad del propio ser humano. Ahí tenemos los medios de comunicación que ha buscado siempre mostrar “la realidad” que ellos quieren de acuerdo a intereses de grupos. El dominio de las masas se ha venido gestando a través de los medios de comunicación.

La pregunta que queda en el aire: ¿la academia puede ser un contrapeso de ello? Interesante cuestión, ¿verdad? Es un buen libro para leer.