El entrenamiento de nuestra mente para pensar cosas positivas y tener abundancia.

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Que tal estimados lectores y colegas de la comunidad Steemit. Pues prácticamente estamos en la primera semana del año. ¿Seguimos con la euforia del año nuevo? Es una pregunta con la que amanecí el día de hoy por lo que decidí escribir sobre eso en este artículo. Sobre la necesidad de entrenar nuestra mente (cosas que practico en mi día a día), y que les compartiré.

Primero es necesario que tomemos en cuenta que en varios momentos de nuestra vida, sobre todo ante algo nuevo que nos genera cierta gratificación, solemos estar invadidos por una sensación de euforia. En ese estado prometemos muchas cosas. El detalle es que de ahí no pasamos. Todo queda en el baúl de los recuerdos o, lo que es peor, en el de las frustraciones.

Debemos de reconocer desde ya y tomar conciencia que nuestra mente suele ser un recurso muy valioso en nuestra vida, solo que existe un pequeño detalle a tener en cuenta: es indisciplinada. De ahí que debemos entrenarla. Y como en todo entrenamiento, se necesita de un verdadero compromiso real de nuestra parte. Y se debe llevar a cabo todos los días.

Una primera resistencia que vamos a encontrar en el inicio del entrenamiento mental es la sustracción de los mismos que se opacan con la rutina del día a día, junto con los pensamientos limitantes que tenemos arraigados, principalmente por la cultura de la derrota y/o pesimismo. Así que el objetivo central de este entrenamiento es el de lograr un desarrollo de nuestra intuición proactiva.

Lo primero que debemos realizar en el entrenamiento es verdaderamente asumir la responsabilidad que tenemos directamente con las condiciones actuales en las que vivimos, es decir, aceptar que vivimos de tal forma, no solo por nuestras acciones diarias sino por la forma de pensar. Entonces, debemos tener claro que si esto funciona de esta manera y se refleja en nuestra vida, nuestros pensamientos negativos no ayudan.

Por esa razón, debemos reflexionar, analizar y distinguir aquellos pensamientos negativos y transformarlos de manera proactiva en pensamientos positivos. Es en ese momento que se va desarrollando nuestra intuición. El beneficio de esto último es que sabremos distinguir y decidir que nuestros pensamientos nos lleven de una vida de caos a una vida de orden. Pasar de un estado constante de temor a un estado de equilibrio y paz.

Lo segundo que debemos hacer en este entrenamiento de nuestros pensamientos es, precisamente, tener la capacidad de decidir cómo veremos las cosas a partir de este momento. Esto significa que hay que desarrollar la capacidad de distinguir los patrones de pensamiento recurrentes que tenemos cotidianamente. Lo primero que notaremos es esa lucha interna entre nuestros egos con la verdadera esencia de nuestro ser.

Hasta aquí, veremos de manera gradual cómo nuestra vida va mejorando en varios aspectos. Empezará a fluir la verdadera abundancia de las cosas. Solo que existe un pequeño detalle. Instintivamente empezaremos a mostrar una resistencia a esos cambios. Los viejos pensamientos negativos insistirán en volver a nuestra mente porque no aceptamos nuestro nuevo estado de prosperidad.

Un tercer paso del entrenamiento de nuestra mente tiene que ver con ayudar a nuestra mente a que desde ya, piense constantemente en positivo. Que acepte las energías positivas que están en el universo de manera inmanente. Para tal fin es necesario que tengamos una mente concentrada, evitando distracciones por pensamientos negativos, enfocándola en pensamientos positivos, precisamente.

Un pequeño y poderoso tip es el escribir en alguna parte que esté a la vista, una lista de todas aquellas cosas que uno genuinamente agradece en la vida. La verdad, a mí me ayuda a mantenerme enfocado. Hay que reconocer que día a día las influencias negativas están a flor de piel. Así que el entrenamiento es continuo por el resto de nuestras vidas.

Un cuarto paso del entrenamiento tiene que ver con la consistencia que debemos arraigar en nuestro ser, con la finalidad de que se forjen nuevos hábitos. Si tenemos el hábito de pensar de manera positiva, las cosas fluirán con mayor gratitud. Así que un último paso es no resistir a la abundancia de la vida y sentirnos bendecidos por todo lo que nos provee.

Espero gratamente que este artículo al leerlo les sirva un poco. Algo que se aprende en la vida es que cuando uno da algo a los demás, también recibe. Si doy amor, recibo amor. Agradezco por eso sus comentarios para retroalimentación e inicio de conversaciones que nos retroalimenten. Seamos felices y agradecidos por la vida, precisamente, viviéndola con plenitud.