Hasta este punto, Massachusetts había estado luchando contra las autoridades militares británicas casi en solitario, a excepción de unas pocas regiones aisladas en otras partes de las colonias del norte. La Declaración de Independencia, sin embargo, junto con la respuesta de Lord Howe de Staten Island, trajo a América del Norte en general activamente al conflicto. Era prácticamente una declaración de guerra en ambos lados, y ahora se convirtió en una guerra nacional entre los Estados Unidos y Gran Bretaña, en lugar de la lucha por una nueva forma de gobierno como lo había sido antes. La Revolución Americana, como revolución, prácticamente había terminado; lo que ahora comenzó fue la Guerra de la Independencia. Estos dos términos generalmente se consideran sinónimos; pero hay una distinción apropiada entre el primer año de la lucha, cuando honestamente hubo un intento de derrocar la autoridad establecida, y la lucha subsiguiente, que no era más que una guerra patriótica en nombre de la autoridad ya establecida contra una potencia extranjera.

Las fuerzas motivadoras en los dos casos fueron totalmente opuestas entre sí, siendo en un caso oposición a la autoridad establecida y, en el otro caso, apoyo ciego a la autoridad establecida. Este es un riesgo que corre cada revolución, ya que el éxito puede convertir lo que antes era actividad rebelde en un apoyo ciego al orden establecido de lo que el régimen anterior alguna vez lo exigió; y el peligro aumenta cuando el apoyo a una causa y un principio puede convertirse en apoyo de una nacionalidad y una administración; el verdadero revolucionario siempre puede tomar la posición anterior, pero debe necesariamente oponerse a lo último, que con demasiada frecuencia gana adeptos en nombre de una revolución que ha fracasado en el proceso mismo del éxito. En este caso, ya no existía el movimiento rebelde original, sino uno patriótico y nacionalista, que fue rápidamente abandonado por muchos de los insurrectos originales de Massachusetts, aunque obtuvo el apoyo de muchos antiguos simpatizantes rebeldes en todo Estados Unidos; y un movimiento al que la libertad significaba, no los derechos del individuo, sino la separación de América de Inglaterra independientemente de los derechos individuales.

Después de la Declaración de la Independencia, Vandalia solicitó el ingreso al Congreso Continental como decimocuarto estado de la federación; pero Virginia, cuyo reclamo de independencia había sido principalmente para propósitos de agresión en el oeste, respondió enviando un ejército al oeste, sojuzgando las dos colonias de Vandalia y Transilvania, y anexionándolas a Virginia, alegando en justificación una antigua carta del rey Carlos I , ¡y en total desprecio por el hecho de que este territorio, mientras tanto, estaba bajo posesión francesa!

Como el Congreso Continental se preparaba para redactar una constitución de acuerdo con el precedente de las Federaciones Iroquois y Penacook, también, al malinterpretar el propósito de tal constitución, instó a todos los Estados, cuando se transmitió la proclamación de la independencia, para elaborar sus propias constituciones estatales. Este no era el propósito original de la constitución escrita, que era la de un tratado entre las unidades de una federación que creaba la federación y que definía su organización y funciones. Una constitución estatal, que era la constitución de un gobierno nacional individual, no podría tener tal propósito. Pero, como el precedente original para las constituciones escritas era el de un tratado que creaba una federación de gobiernos independientes, cada uno de los Estados lo adaptó de forma tal que se materializó prácticamente en la forma de un contrato escrito que federaba a las personas en un Estado, definiendo las funciones y la organización del Estado, y los derechos respectivos del Estado y de los individuos.

Connecticut se organizó originalmente como una federación de ciudades, y por lo tanto tenía la primera constitución federada de cualquier asentamiento blanco; de modo que simplemente estaba reteniendo la constitución que se había otorgado, ignorando a Inglaterra, en 1636; y, en cierto modo, las cartas de Connecticut y Rhode Island sirvieron de base para las constituciones de los otros Estados. Esta reorganización de los gobiernos estatales los acercó más a los precedentes del antiguo régimen colonial, del cual las legislaturas de los diversos Estados fueron realmente heredadas.

Como hemos visto, la Ciudad de Nueva York en el momento de la Declaración de Independencia fue ocupada por el Ejército Continental, que tuvo que tratar con una población hostil que buscaba el campo del ejército británico en Staten Island para su liberación. La hostilidad de la población de Nueva York fue tan buena que se reconoció que la noticia de la Declaración de Independencia se suprimió hasta que el Ejército Continental escuchó una lectura privada de la Declaración y se pudo alinear en apoyo de la independencia. La independencia también significó que el Ejército Continental, compuesto principalmente por insurrectos de Nueva Inglaterra, tuvo que lidiar con nuevas deserciones, no solo de muchos nuevos reclutas que había adquirido en Nueva York, pero también por parte de muchos de los antiguos rebeldes de Nueva Inglaterra que se rebelaron contra la autoridad establecida y que no estaban interesados ​​en ayudar a una nueva autoridad establecida a conquistar y subyugar a una ciudad recalcitrante. La proclamación pública de la independencia, acompañada por los continentales de organizar una manifestación en Bowling Green al tirar de la estatua de plomo del rey Jorge y fundirla en busca de balas, sirvió para aumentar la hostilidad de la población de la ciudad contra los revolucionarios.

El viernes 12 de julio de 1776, antes de que las noticias de la Declaración de Independencia llegaran a Nueva York, Lord Howe, el derrocado gobernador inglés de Massachusetts, que había huido a Halifax para evacuar Boston, llegó a Staten Island en Nueva York con un gran refuerzo. para el campamento británico allí. Entonces se emitió una proclamación del campamento en Staten Island ofreciendo perdón a todos los que regresaran a la lealtad británica, y tuvo el efecto de consolidar el sentimiento monárquico en la ciudad de Nueva York, pero tuvo poco efecto en el resto de América, aunque el Congreso Continental en realidad hizo que esta proclamación británica se reimprimiera y difundiera por todo el país.

Dado que los británicos estaban haciendo preparaciones visibles para cruzar el East River a Manhattan por encima de Nueva York, y dado que la ciudad resultó difícil para los continentales mantenerse sometidos, se realizó otra retirada el viernes 13 de septiembre a Murray Hill, donde los estadounidenses se concentraron en sobre la ubicación actual de East 34 thStreet, dejando la ciudad de Nueva York para ser ingresada por Lord Howe y su ejército. La ciudad dio la bienvenida a los británicos como una liberación de los rebeldes yanquis, pero surgieron disturbios suficientes en la ciudad como consecuencia del inicio de un serio incendio que quemó una gran parte de la ciudad. A pesar de esta catástrofe, el entusiasmo de los neoyorquinos por el regreso del ejército británico no se vio empañado, y la ciudad permaneció leal a Inglaterra durante la Guerra de la Independencia. Durante todo el tiempo que Estados Unidos se estaba formando como nación, un pequeño dominio británico que incluía un gran territorio alrededor de Nueva York y sus alrededores se había establecido firmemente, y todo Estados Unidos había podido organizarse completamente sin Nueva York. York y sus alrededores formando parte de ella. A través de la Guerra por la Independencia

La retirada gradual del Ejército Continental procedió en todas las direcciones desde la ciudad, hasta que fueron forzados a la frontera con Connecticut al este, al Hudson River Highlands al norte y al río Delaware al oeste. En la noche de Navidad de 1776, un sorpresivo regreso de las tropas estadounidenses desde Pensilvania sobre el Delaware resultó en una derrota temporal de los británicos en Trenton al día siguiente, y la parte oeste de Nueva Jersey volvió a estar en posesión rebelde. En el condado de Westchester, tierra firme al norte de Nueva York, no fue factible que británicos o estadounidenses ocuparan el lugar, por lo que permaneció como terreno neutral, sujeto a constantes incursiones de ambos bandos, y gobernó hasta el final de la guerra por dos bandas rivales organizadas de merodeadores que eran conocidos como los Skinners y los famosos Cowboys.