Si bien el brasier funciona como apoyo para mantener una postura recta!

y nos permite lucir un busto bien formado al vestirnos, aunque no lo creas, también resulta positivo no usarlo, ya que si lo hacemos por un tiempo, nuestro cuerpo comienza a desarrollar un apoyo natural en lugar de depender de uno artificial y los senos se volverán más fuertes. Por esa razón te compartimos 3 puntos importantes para decirle adiós a tu sostén.

1. No usar sostén te ayuda a mejorar la circulación. Es una especie de obviedad que seguramente notas cuando te quitas el sujetador, pues estás retirando la banda ajustada que rodea tu pecho.

Recuerda que una mejor circulación sanguínea equivale a muchos beneficios para tu salud, desde mejorar la condición de tu corazón, hasta lucir una piel más sana y más firme.

1. Usar sujetador podría estar relacionado con la aparición de problemas de seno. Algunos estudios aseguran que usar brasier aumenta la posibilidad de desarrollar cáncer de seno en un 125%. Está comprobado que las mujeres que sufrieron de cáncer de mama usaban sostén durante más de 12 horas al día e, incluso, dormían con él.

Por otro lado, cuando utilizas brasier por tanto tiempo, no le permites a tus senos eliminar las toxinas a través de los nódulos linfáticos, lo que provoca que se acumulen líquidos, blandura en el tejido mamario y la formación de quistes.
Además, usar mucho el sostén puede causar estrías, flacidez y pérdida de firmeza en los senos, al no permitir que el músculo del pecho se entrene.

1. Conoce mejor tus senos. Pasar todo un día sin brasier podría brindarte la oportunidad perfecta para relacionarte mejor con tus senos. El asunto es que esto es difícil si están oprimidos tras varias capas de tela la mayor parte del día.

¿Cuándo sí usar sostén? Durante el embarazo, si estás amamantando, si vas a hacer ejercicio, si hay sobrepeso, si tus senos son demasiado grandes en proporción a tu cuerpo, pasada la menopausia.