Saponificación y Jabones Artesanales Orgánicos

Hoy en este post les hablaré sobre parte de mi proyecto personal, el cual consiste en la elaboración de jabones orgánicos, los cuales comúnmente se les llama o denomina artesanales por el hecho de que en su elaboración, no interviene ningún tipo de maquinaria industrializada para su proceso de fabricación.

Pero antes debemos saber que es un jabón.

El jabón es un agente o medio limpiador cuya fabricación se basa en la utilización de aceites, grasas vegetales y grasas animales.

Químicamente hablando, es la sal de sodio o potasio de un ácido graso que se forma a partir de la reacción del aceite, grasa animal o vegetal con un alcalí.

Ahora que es un alcalí?

El alcalí coloquialmente es la unión o mezcla de la soda o potasa con el agua, cabe destacar que este proceso se realiza una vez que se haya calculado la cantidad de agua necesaria para el aceite o aceites destinados para la elaboración de nuestra saponificación, y la manera de hacerlo de forma segura es agregando la sosa o soda cáustica preferiblemente en escamas al 99% al agua, ya que se produce una reacción exotérmica la cual produce mucho calor, se ha de resaltar que este proceso debe realizarse en un envase plástico preferiblemente o un envase de acero inoxidable, nunca en recipientes de aluminio. Es importante utilizar el equipo de protección personal adecuado para tal fin, braga, guantes de nitrilo, lentes de seguridad y mascara antigases con filtros especiales contra gases químicos, además de tener vinagre a la disposición por si llegase a ocurrir algún tipo de salpicadura en la piel.

El origen del jabón es bastante antiguo, unos dicen que fue descubierto en Italia tras observar que la mezcla de las aguas de lluvia con las grasas de los sacrificios de los animales que se realizaban en los montes y las cenizas resultantes producto de la quema de los mencionados rituales de sacrificios en la época, ese material de cenizas y grasas era arrastrado hacia los ríos y al llegar a este formaba una espuma abundante la cual facilitaba la limpieza de las manos sucias y de la ropa que lavaban las mujeres a los pies del monte sapo que se encuentra específicamente al lado del río tiber de allí proviene etimológicamente el termino saponificación.

Cabe destacar que los antiguos egipcios y griegos elaboraban mucho tiempo atrás sus propios productos jabonosos a base de agua, aceites y ceras, pero históricamente fueron los romanos los cuales introdujeron su expansión, ya que estos los elaboraban artesanalmente y lo usaban como medio para evitar enfermedades en la piel por su poder de limpieza.

En la época de la edad media se expandió por toda Europa pero solo estaba al alcance de las clases altas, debido a su alto costo por los impuestos que incluían en la elaboración del mismo, pasando su uso de época, hasta llegar a nuestros días donde la elaboración está básicamente industrializada.

Dicho este breve recuento del origen del jabón, debemos saber ¿qué es la saponificación?
Se conoce como saponificación a la reacción química que ocurre cuando se mezcla un ácido graso y un medio alcalino (alcalí) del cual hable anteriormente, dicho medio separa la glicerina y los ácidos grasos. Entonces al mezclar el aceite con agua junto al medio alcalino que es en este caso la sosa o Soda caustica (NaOH) o potasa (KOH), se obtiene jabón y el subproducto el cual es la glicerina, este ultimo a nivel industrial es separado del jabón por su alto valor de venta.

Entonces resumiendo

Sosa (NaOH) o potasa (KOH) + Agua + Aceite o grasa = Jabón

Para proceder a realizar la saponificación, es necesario saber calcular la cantidad de Sosa o potasa necesaria para la cantidad de aceite y el tipo de aceite que utilicemos.

Acá les muestro la tabla de saponificación de los aceites de la pagina medrulandia.
Como pueden observar en la primera columna aparece el tipo de aceite, la segunda columna Sap NaOH muestra el álcali para jabones sólidos, la tercera columna sap KOH muestra el álcali para jabones liquidos, la cuarta columna el valor correspondiente al yodo que determina la tendencia a enranciamiento y la quinta columna muestra el índice de saturación del aceite elegido.

Entonces para obtener la cantidad de sosa necesaria para saponificar un aceite o grasa, se debe multiplicar la cantidad que tengamos de aceite o aceite por el valor correspondiente que aparece en la tabla descrita anteriormente.
Por ejemplo si tenemos 1000 Grs de aceite de coco (en la tabla su valor es de 0,177), la multiplicación daría como resultado, la cantidad de sosa o soda caustica necesaria para realizar la saponificación de esa cantidad de aceite.

Esto es 1000 Gr de Aceite de coco * 0,177 = 177 Grs de Sosa

Ahora para calcular el agua necesaria para diluir la sosa o Soda caustica como comúnmente se le llama, se debe considerar un tercio o tercera parte del peso de los aceites es decir un 33,3% del peso total del aceite.

Para el caso del aceite de coco

Entonces seria: 1000 Gr de aceite de coco * 33,3.% ó lo que es 0,33

1000 Gr aceite de coco * 0.333 = 333 Grs de agua

Ya teniendo claro todo lo expuesto, y teniendo en cuenta de que ya poseemos el álcali necesario y el aceite para realizar el proceso de saponificación y teniendo los implementos de protección personal como lentes de seguridad, mascarilla antigases orgánicos, guantes de nitrilo, delantal, etc.

Comenzamos por tener nuestro álcali en un recipiente plástico y comenzamos a verter nuestro aceite como si fuese un hilo mientras batimos con la ayuda de una paleta de madera en sentido de la agujas del reloj por alrededor de unos 25 minutos o hasta que se forme lo que se denomina como traza o punto de mayonesa, justo en ese momento cuando se llegue a ese punto en el que se pueda realizar una línea y notarse que no se desvanece ya es momento de paralizar el batido y dejarlo reposar en el mismo recipiente o verterlo en los recipientes de plástico que se destinen para el jabón.

Al pasar los 4 días se procede a desmoldar el jabón base protegiendo las manos con los guantes de nitrilo y colocando este jabón base en un lugar aireado donde no le pegue la luz del sol durante unos 40 días, yo personalmente prefiero 50 días para poder utilizar el jabón base directamente o para el proceso de refundición.

El cual les hablaré en el siguiente post.