Amor infinito

No sabia que era el amor hasta que este pequeñín llegó a mi vida.

Recuerdo como si fuese ayer aquel 24 de junio de 2002, el día que llegaste a mi vida. El entusiasmo y la alegría de tenerte eran tan grande que no podría explicarla. Y fue ese día cuando empezó el recorrido de esta aventura, pero lo primero que debía de hacer era buscarte un nombre, dijimos miles, y papá pronunció "Sebastian" tu moviste tu colita y dimos por entendido que te gustaba y que así querías llamarte, por lo que mamá, mi hermana y yo accedimos a llamarte "Sebastián". Se vale destacar que el nombre era mas grande que tú, pues eras tan pequeñito, y como no serlo si no llegabas a los dos meses de vida.

Ese día realizariamos el primer viaje contigo, la familia te conocería, pero por cuestiones de vida tuvimos que regresar a casa. Para ese momento el viaje no importó, mi felicidad eras tú y siempre serás tú. Al fin te tenía conmigo, no sabes cuanto deseaba tenerte conmigo, cargarte, abrazarte, besarte y acariciarte. Fueron pasando los años y fuimos creciendo, siempre estabas en los momentos especiales, en viajes, idas a la playa, entre otros. Fuiste cómplice de alegrías y tristezas. Tu miraba bastaba para saber que te sentías mal, que me querías, me entendías, me cuidabas, que eras feliz y estabas agradecido.

Me enseñaste tanto, por ejemplo, ser responsable de alguien que no era yo, aunque no te consideré como un hijo (apenas era una niña de 8 años) si te consideré como un hermanito, ese que tanto quería, y lo más importante fue que me enseñaste a amar y a ser incondicional. Contigo descubrí que era capaz de amar, por eso siempre te dije lo mucho que te amaba, mi corazón no había experimentado ese tipo de amor.

Pasaron casi 14 años y decidiste que era tiempo de despedirte, 05 de enero de 2016, para partir al cielo de los perritos, ese día mi corazón se partió en miles de pedacitos y sentí un vacío enorme, ya no serías mi cómplice y no estarías en los momentos más importante de mi vida, los que aún faltan por vivir, pero el tiempo y la aceptación me llevaron a entender que si estarías porque tu estás siempre conmigo, estás en mi corazón y mientras estés ahí me acompañas. Te extraño y te amo demasiado mi Sebas.