Cómo ser un buen@ hijo de puta -( un paseo por el maltrato psicológico)
¿Qué es el maltrato psicológico?
Desde tiempos inmemorables, muestra condición humana natural, nos guía por los distintos pasos de nuestra vida, dándonos algunas herramientas, que en su medida, algunas resultan mejores y otras peores, para nosotros mismos. Estas herramientas " de carácter social", nos permiten asegurar ciertos éxitos, de cara a las relaciones que tenemos a nuestro alrededor.
Dejando de lado la concordia y el buen hacer, debemos meternos de lleno en el maltrato, éste puede ser físico o psicológico, si por algo se caracteriza el maltrato psicológico, es por la incapacidad externa en algunas ocasiones , por parte de amigos, familiares y entorno de la víctima en sí, de percatarse del tormento que de puertas adentro esa persona en particular puede estar sufriendo.
Podemos hacer una larguísima lista sobre las particularidades del maltrato psicológico:
La manipulación, la posesión sistemática, la malversación verbal y física de ciertos actos, el chantaje emocional, los condicionamientos fijos y móviles de una persona hacía otra, el control exacerbado de el día a día de un individuo, desconfianza ciega, periodos alternativos de persecución y vigilancia. Es decir así, nos podríamos llevar días, pues los adjetivos resultan interminables.
¿Maltrato psicológico como herramienta de cambio?
Quedándonos un poco más en el plano real de las cosas, ¿Porqué maltratamos?, la vida y nuestra relación con los demás , son a fin de cuentas meros " contratos sociales", cuesta creerlo , pero no será ni la primera ni la última vez en la que, de forma más o menos activa
Utilizaremos a nuestro entorno, con el único objetivo de llegar a ciertas metas, que previamente hemos interiorizado, harina de otro costal, es ya, que nuestra presión o actitud de cara a éstos individuos, se lleve a tal extremo, que la convirtamos en su totalidad en maltrato.
Las personas, recibimos dos tipos de estímulos durante nuestra vida ( los estímulos positivos) y ( los estímulos negativos). De estos dos últimos derivan las " caricias" no sólo entendidas en el ámbito físico, si no en el sentido simbólico, de lo que de lo que nuestros gestos por parte de unos y de otros, nos vienen a representar ¿ Que quiero decir con esto?
Como seres de costumbres, por mucha racionalidad que se acumule en nuestra cabeza, no es suficiente para compensar nuestro propio sentido de nosotros mismos. Si hemos estado gran parte de nuestra vida, siendo estimulados negativamente, nuestro sentido personal, relaciona automáticamente, que ésa caricia, de la que hablábamos antes, quede relegada a un auto-concepto, turbio, malentendido, y tergiversado.
Es decir, hasta dicho punto, nuestro cerebro se acostumbra a tener refuerzos negativos a nuestro alrededor, por lo que la caricia que vamos a demandar de nuestro entorno ( Aunque en realidad interiormente tan solo, sea pretender ganar algo de atención o reconocimiento) será negativa, y para obtener esa caricia negativa, deberemos haber provocado cierta crispación con algún o algunos individuos de nuestro círculo.
¿ Que personas ejercen el maltrato psicológico?
- Cualquier persona puede llegar a ejercerlo sobre otro individuo, en primera instancia los niños en su primera y temprana toma de contacto con su medio, por ejemplo en el colegio , en los primeros cursos, pueden llegar a ser extremadamente crueles, sobre todo cuando con sus burlas atacan al sentido de identidad de los otros niños y niñas. Pero esto, desgraciadamente no es ni tan controlable , ni tan asequible a todo el colectivo.
Puesto que en estas edades, casi todo, éste tipo de acciones, responden a una falta de construcción de la propia identidad personal ( lógicamente, pues son niños y están creciendo), por muy pequeño que el ser humanos sea, el sentido de hegemonía social, es un ámbito de competencia prácticamente arraigado a nuestro sentido de existencia.
Siguiendo con el tema, la cosa no se queda ni mucho menos, en estas edades.
El maltrato psicológico se vuelve camaleónico en todas las generaciones y prototipos sociales. La persona que menos imaginamos, puede ejercer el maltrato psicológico sobre otra u otras. La psicopatía se caracteriza por la falta de empatía con seres de nuestra propia igualdad , e incluso de distinta. Es aquí entonces donde entra esa base, todo maltrato que se ejerza aunque carece en parte de empatía, contiene de fondo, una extraña cantinela que dicta, con bastante claridad, el propio amor personal que se tiene de uno mismo, ( que en éste caso es pésimo e insignificante), el contenido ( menospreciable) que mostramos, o intentamos amplificar a la víctima, se equipara casi al cien por cien, con nuestra manera de percibirnos a nosotros mismos y evaluarnos.
Pisamos los sueños de otras personas y limitamos su personalidad y actos, como medida egoísta y ególatra, para intentar satisfacer el agujero negro, que nuestra constante, autoevaluación negativa de nosotros mismos, nos hace romper en nuestro interior.
Las personas llegan a cierto estados, en los que su insatisfacción personal, les encamina a herir y dañar a otros. ¿ Porque hacemos esto?
Desgraciadamente , nuestro sentido de pertenencia a un grupo, o a una familia, o cualquier contexto cívico. Se basa en la mayoría de ocasiones en el efecto que creamos en dicho grupo. En ocasiones sentimos la necesidad expresa, de controlar los actos de los demás, o incluso hacer que giren entorno a nuestras vidas, o nuestras problemáticas. Aquí aparecen las dotes artística y de interpretación que muchos tienen, no es nuevo comentar, que la gran mayoría del ámbito que estamos desarrollando.
Se caracteriza a su vez, por un mecanismo de apariencia e interpretación, para conservar las formas de cara a la galería y que el resultado real de el maltrato psicológico que esta persona ejerce a la otra en cuestión, quede tan solo reducido a su zona de control personal.
Que guapo hermano, cuídate y nos vemos pronto
bien dicho pare