Apropósito de Ana en la sagrada escritura...
Había un hombre llamado Elcana que era de Ramá, en la zona montañosa de Efraín.
Era hijo de Eliún de la casa de Suph. Tenía dos esposas. Una se llamaba Ana y la otra Penena.
Peña tuvo hijos, pero Ana no.
Todos los años Elcana iba desde su ciudad al santuario de Silo para adorar a Yahvé y ofrecer sacrificios.
Estaban Ofni y Fineas, hijos de Heli, sacerdotes del Señor.
Un día, cuando Elcana sacrificó, dio su parte a su esposa Penena y a todos sus hijos e hijas.
Pero a pesar de que Yahweh la hizo estéril, le dio a Ana una doble porción porque era su favorita.
Ahora su rival seguía burlándose de ella para hacerla enojar.
Y esto sucedía todos los años cuando subía a la casa del Señor.
Otra persona la molestó y empezó a llorar y no quería comer por ello.
Su marido Elcana le dijo: "Ana, ¿por qué lloras?
¿Por qué estás triste y no comes?
¿No valgo más para ti que diez niños?
Comían y bebían en silos.
Entonces Ana se levantó y comenzó a orar delante del Señor.
Estaba se llenó de pesar y lloró desconsoladamente.
Pidió al Señor e hizo el siguiente voto: "¡Señor de los ejércitos!
Si decides ver la miseria de tu esclavo, acuérdate de mí y no me olvides, dame un hijo varón.
Te lo daré para toda la vida, y ninguna navaja pasará por su cabeza".
.Mientras oraba mucho tiempo, el sacerdote Heli, que estaba sentado frente a la puerta del santuario, comenzó a mirarla fijamente pero vio que Ana estaba orando en silencio, así que ella solo movió los labios sin decir una sola palabra.
Entonces pensó que estaba borracha y le dijo:
"¿Me aguantaras por muy borracha que estés?"
Sal afuera hasta que haya pasado.
Entonces Ana respondió: “No, señor, nunca he bebido vino ni cerveza, sólo soy una mujer triste que abre su corazón a Yahvé.
No pienses que tu sirvienta es una mala mujer.
Aunque he estado orando durante tanto tiempo, es sólo por mi gran tristeza y humillación.
Heli le respondió: "Ve en paz y que el Dios de Israel te conceda tus deseos".
Al salir, dijo: "Que soy digna de tu favor.
Eso espero".
volvió por donde había venido.
Cuando se sentó a comer a la mesa, su rostro ya no era el mismo de antes.
Se levantaron muy temprano, adoraron a Yahvé y luego partieron de regreso a la casa de Ramá.
Elcana tenía una relación con su esposa Ana, y Yahvé se acordó de ella y de sus oraciones.
Entonces Ana quedó embarazada y dio a luz un hijo, al que llamó Samuel.
"No iré hasta que el niño se detenga.
"Niño pequeño.
Entonces lo llevaré para presentarlo al Señor, y allí permanecerá para siempre.
Le pido a Yahweh que cumpla su promesa.
Y Anna se quedó en casa y amamantó a su hijo todo el tiempo que necesitaba.
Cuando dejó de amamantarlo, lo tomó y lo llevó a la casa del Señor en Siló.
Al mismo tiempo trajo un toro de tres años, una medida de harina y una botella de vino.
Sacrificaron un toro, y Anna entregó al niño al sacrificio y dijo:
"Escucha, Señor, aquí estoy contigo una mujer que oró al Señor''.
Este niño era lo que yo preguntaba en las reuniones.
Por ello tras el paso del tiempo. Se ve que el Señor concedió mi petición.
Ahora lo entregaré al Señor y le serviré todos los días de mi vida.
Será entregado al Señor.
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