COMO HACER QUE SU FE CREZCA
CÓMO HACER QUE SU FE CREZCA
Una de las razones por las cuales el Señor nombra maestros, es para habilitarlos para tratar con la incredulidad. Cuando Jesús fue a Nazaret, la ciudad de su infancia y juventud, la Biblia dice: "No pudo hacer milagros allá por la incredulidad [colectiva] de ellos" (Mateo 13:58).
Existe lo que se conoce por el nombre de incredulidad corporativa o de toda una comunidad que impide la operación de Cristo. Siguiendo este comentario, en el capítulo seis de Marcos leemos la declaración directa: "Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando"(Marcos 6:6). ¿Por qué? Porque la enseñanza es el antídoto de la incredulidad.
No amamos a las personas por la incredulidad; las enseñamos por su incredulidad. Así que, necesitamos ser enseñados sobre la fe: sobre el potencial de la fe que hay en nosotros; sobre los principios que gobiernan el crecimiento y la fe; particularmente, sobre cómo aumentar nuestra fe.
Cuando Jesús habla acerca de la fe, Él siempre la relaciona con nuestras interacciones con otros creyentes. Si la fe va a crecer, requerirá el envolvimiento de nuestras relaciones con otros creyentes.
En Lucas 17:3-4, Jesús enseñó a los discípulos diciendo: "3Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. 4Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale."
En respuesta a esta enseñanza sobre el perdón y relaciones humanas, los apóstoles le rogaron al Señor: "Auméntanos la fe" (Lucas 17:5).
Se necesita de la fe a fin de llevarnos bien con algunos santos que son contrarios. Como lo expuso un poeta algunos años atrás. "El vivir arriba con los santos a quienes amamos, ¡Oh, eso sería una gloria! El vivir abajo con los santos que conocemos, ¡esa es una historia diferente!"
Cuando Jesús comienza a hablar acerca de "vivir abajo con los santos que ellos conocían", inmediatamente los apóstoles reconocieron su necesidad del aumento de su fe.