Suberg el gato
¡Ding Ding!
Te puse una campana, tonto.
Me duelen las orejas, los
ojos en la puerta
mientras te arrastras por el pasillo.
Ahora sé agacharme,
fingir que duermo,
así que cuando vengas a joder las cosas con mentiras con dientes,
me encontrarás disfrazado