He programado mi mente para el éxito

Este año será el año donde se manifestarán todos los cambios que hayamos realizado en el 2018. La mente programada para el éxito es aquella que vive en la abundancia. Para programar nuestra mente para el éxito y la abundancia antes tenemos que analizar y cambiar todas aquellas creencias que limitan nuestro acceso a esta abundancia. La abundancia está delante de nosotros todos los días. Verla y sentirla es cuestión de decisión y no de suerte.

Programar tu mente significa trabajar día tras día contigo mismo. Es mirarte en un espejo durante 24 horas. Es conocerte a ti mismo más que a nadie ni nada en el mundo, es conocer tus creencias, tus limites y tus fortalezas y exprimirlos al máximo. Es abrirte al mundo entero desde el corazón. Si no puedes ser feliz sin aquello que deseas, tampoco podrás serlo cuando lo tengas. Por eso el universo solo nos da aquello que queremos cuando estamos preparados para recibirlo. A medida que vamos evolucionando y ampliando nuestros horizontes y creencias sobre el mundo que nos rodea y sobre nosotros mismos, entonces recibiremos todo aquello que resuena con nuestro estado vibracional. Por eso cuanto más alto vibras, más amor y abundancia recibirás.

Cuando digo abundancia no me refiero a dinero exclusivamente. El dinero es solo un objetivo secundario, pudiendo ser incluso una consecuencia de otro objetivo primario. Ese objetivo primario debe surgir del corazón para que pueda ser realizado. Si surge desde la mente entonces es probable que los resultados se vean frustrados por nuestros juicios y apegos.

Programar la mente para la abundancia es muy fácil. Tenemos muchos recursos que podemos usar:

• Audiolibros.
• Meditación.
• Escuchar decretos mientras dormimos para alterar nuestro subconsciente durante los sueños.
• Viajar (siempre abre la mente).
• Trabajar en lo que te gusta.
• Buscar buenas amistades con intereses semejantes.
• Cuidar cuerpo y mente. Vigilar lo que consumimos tanto física como mentalmente (mucha de la información que consumimos está hecha para truncar nuestra percepción sobre la abundancia y limitar nuestra forma de vivir).

Cuando nuestro objetivo e intención se unen en un mismo foco, nuestra mente busca todos los caminos posibles por los cuales se puede llegar a ese punto, pero tenemos que trabajar para ello. No hay que trabajar nunca duro, pero si de forma inteligente. Cuando nos cuesta mucho conseguir algo, entonces es porque ese algo no es para nosotros. Lo que es para nosotros llega fácil cuando le abrimos las puertas al corazón para que sea él el que haga el trabajo. Por eso es importante confiar en uno mismo, ¿si no confiamos en nosotros mismo para conseguir algo, quien lo hará?.

Otra de las cosas en las que tenemos que trabajar es nuestra creencia en nuestras capacidades. Todos tenemos los recursos para llegar a donde nuestra imaginación pueda llevarnos, pero tenemos que creer que somos capaces de hacerlo o sino todo estará perdido desde antes de empezar. Lo primero es creer que se puede. Se puede ser rico en todos los sentidos. Puedes ser abundante en amistades si comienzas haciendo de ti mismo un buen amigo y alguien que cuida de las personas a las que quiere. Puedes ser abundante en dinero si tu mente está preparada para ello. A muchas personas les toca la lotería pero no están preparadas para ser ricas al no tener una mente abundante y por eso en el 80% de los casos vuelven a estar como al principio. Trabajar con nuestra mente es lo primero que debemos hacer si queremos ver cambios en nuestro mundo externo.

Si puedes cambiarte a ti mismo, entonces cambiarás al mundo.