La camioneta Terios nos llevó a lugares fantásticos por toda Venezuela, Mérida, Táchira, Valencia, Barinas, Maracay, Guárico, Zulia, Coro, Anzoátegui, Caracas, Miranda, era una guerrera y la queríamos y cuidábamos mucho. Parece mentira que uno pueda apreciar tanto las cosas materiales, pero fue así, ella nos dio muchas alegrías y por eso se merecía que la cuidáramos.

Durante 9 años estuvo con nosotros, pero desgraciadamente por la situación del país tuvimos que dejarla ir con otros dueños para que pudieran seguir dándole los cuidados que nosotros no podíamos. Siempre la recordaré con mucho cariño porque con ella vivimos momentos llenos de felicidad. Para mí sigue con nosotros, porque con lo que nos dieron por ella nos compramos una casa en la playa, es decir, aún después de que se fue nos sigue dando la alegría de habernos dejado un lugar para seguir disfrutando y celebrando juntos en familia.

Pero no crean que nos quedamos sin carro, no. Dios nunca nos abandona y por eso te digo que no dejes de soñar y hacerlo en grande; siempre pensé en tener una camioneta como la Hilux, tal vez no me tocó esa pero me tocó llegó una camioneta Mazda blanca nueva de paquete y en un negocio muy parecido al de la Terios, solo que con otra persona tan maravillosa como mi compañero de trabajo a quien espero que la vida le esté devolviendo lo que hizo por mí en dos oportunidades. Donde quiera que la vida te haya llevado, Dios te bendiga "Amigo".

Quería traer esta historia para compartir lo que hay detrás:

• Nunca dejes de soñar.

• Confía en Dios, que nunca te abandona.

• Piensa en grande.

• Nunca te rindas.

• No dejes que otros trunquen tus sueños.

• La vida es una y hay que disfrutarla.

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