¿Venezuela podría convertirse en una colonia de China?

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Se que más de uno me dirá, que no es que Venezuela podría llegar a convertirse en colonia china, sino que ya lo es, pero esa percepción me parece extremista y exagerada, yo intento ser lo más objetivo posible, así que prefiero hablar sobre cosas que me parecen reales, lógicas y razonables.

Para muchas personas, la forma de liderazgo y supremacía que ejercen los Estados Unidos sobre el resto de países de América corresponde realmente a una relación de coloniaje, en especial sobre los países de Latinoamérica y el Caribe, ya que por ser Canadá un país desarrollado, normalmente se la califica como un aliado (o cómplice en casos más extremos) de EEUU y no como una colonia. Es muy conocida la expresión en la que se califica a toda América Latina como el patio trasero de USA y en el lenguaje empleado por los izquierdistas, se le apoda a esta nación como El Imperio Yankee o El Imperio Gringo.

El que realmente los Estados Unidos de América sea un imperio, desde mi punto de vista es más que debatible, quizás en algún momento escriba un artículo sobre ello, pero lo que quiero abordar en esta ocasión es la posibilidad de que Venezuela se convierta en una “colonia” China, asumiendo como verdadero que EEUU es un imperio y por tanto que una hipotética relación similar a la de USA con Latinoamérica, pero ejercida por China sobre Venezuela, sería entonces igualmente una forma de coloniaje, por allí dicen: “lo que es bueno para el pavo, es bueno para la pava”.

Venezuela actualmente se encuentra políticamente aislada, al menos de casi todo el hemisferio occidental, lo que repercute también en el aspecto económico casi en igual medida, por lo tanto, no le queda de otra al gobierno, que recurrir a sus aliados ideológicos en el mundo, especialmente a los que cuentan con mayor poder económico, es decir China y en menor medida Rusia. Por cierto, que, estoy seguro que si Rusia se encontrara en mejores condiciones económicas y poseyera un nivel de industrialización mayor, manteniendo el sistema comunista de la URSS, el chavismo estaría mucho más contento en ir a solicitarles ayuda que a los chinos, lamentablemente pare ellos, Rusia no está en condiciones de asumir tal gasto y se ven obligados a acatar los mandatos de un régimen comunista que ha aplicado el Capitalismo de Estado para convertirse en la primera economía del mundo.

Desde mi perspectiva, existen solo dos posibilidades, la primera es que el gobierno venezolano haya hecho todo lo que ha hecho, por simple ineptitud, lo cual descarto plenamente, la segunda es que haya ideado muchas de sus políticas y en especial este último paquetazo de medidas económicas, con el firme propósito de quebrar y exterminar la escasa empresa privada aun existente en el país, de modo que cuando el pueblo ya no tenga nada que comer y mucho menos como adquirir otros productos menos indispensables, entonces acepten la llegada de las empresas estatales chinas como algo necesario.

La intención del chavismo seria, que dichas empresas estatales chinas, establezcan industrias en el país y transfieran tecnologías al estado venezolano, de modo que el gobierno, apoyado en la nueva constitución que están por sacarse de la manga, pueda emprender un programa de creación de empresas comunales (comunistas), en las cuales la propiedad sea colectiva, es decir que sean indirectamente controladas por el estado, donde los obreros trabajen a cambio de cajas de CLAP u otro método de racionamiento, convirtiéndose prácticamente en eslavos del régimen.

Con esto el gobierno alcanzaría el control absoluto de la población, podría quizá en algún momento futuro, lograr que el pueblo se autoabastezca de los productos más indispensables, que existan puestos de trabajo precarios para toda la población, que se alcance algún grado de industrialización y a la vez le permitiría a China instalarse plenamente en el territorio nacional, probablemente no solo con personal calificado dentro de las industrias, que serían los jefes de los venezolanos y quienes realmente obtendrían beneficios económicos por lo producido en estas empresas, sino también con fuerzas militares que vendrían a resguardar la seguridad de las inversiones Chinas en el país.

Esto sería en palabras del chavismo, el logro del estado comunal y el alcance de la “irreversibilidad de la revolución” es decir, la consolidación de una dictadura comunista, subordinada a la nueva potencia imperial del mundo, China. Si bien es cierto, que hasta el momento la nación asiática ha mantenido un bajo perfil en cuanto a lo que tiene que ver con su presencia militar más allá de sus propias fronteras y la posesión de gobiernos títeres en países “aliados”, quien puede imaginar que una dictadura que ha logrado convertir a su país en la primera potencia económica mundial, no posea aspiraciones de convertirse también en la primera potencia militar y política del planeta, para ejercer una hegemonía imperial sobre los demás países.

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Desde ese punto de vista, para China es fundamental tomar el control de Venezuela mediante un gobierno marioneta, que le permita establecer bases militares de importancia geoestratégica incalculable, obtener recursos naturales valiosos y quizá hasta construir una plataforma industrial con mano de obra barata desde la cual fortalecer su influencia en los mercados internacionales. Todo esto a cambio de ofrecerle protección y sustento durante un tiempo indefinido a un sistema político corrupto y mediocre como el que tiene hoy Venezuela.

Rusia seguramente estaría incluida en el festín, pues se trata de un aliado ideológico y estratégico muy importante para China, pues cuenta con un poderío y experiencia militar más que considerable, lo que, en combinación con la capacidad económica e industrial china, representa un potencial significativo en contraposición al poder estadounidense y europeo.

Esta avanzada comunista, estaría iniciándose en los próximos meses y concretándose de forma más numerosa y solida en 2019. Lo cual personalmente me parece apresurado y negativo para la viabilidad del plan (por suerte para Venezuela), ya que creo que aun la alianza y el poderío Chino-Ruso no es lo suficientemente robusto como para llevar a cabo tal incursión político-militar dentro de “el patio trasero de EEUU”, sin que antes “El imperio Yankee” les desbarate los planes. Claro que, el adelantamiento de los pasos no se debe a un capricho, sino a que el gobierno venezolano está al borde del abismo y si las acciones no son puestas en marcha pronto, ya no habrá un gobierno socialista al que controlar.

Los recientes créditos que el gigante asiático le ha concedido al gobierno de Maduro, son una apuesta sumamente riesgosa, ya que existen muy pocas probabilidades de que un gobierno diferente al del chavismo, asuma las deudas contraídas por el estado sin la aprobación de la Asamblea Nacional, como lo establecen las leyes y la constitución de la república. Esto parece demostrar, que Pekín persigue un propósito mucho más importante que la sola recuperación del financiamiento que ha otorgado al país, pareciese ser claro que asume tal riesgo debido a que, el premio que podría obtener en caso de tener éxito en su apuesta, es muy valioso para ellos si se le proyecta a futuro.

Solo hace falta imaginar que en 20 o 30 años, China haya ampliado significativamente la brecha económica sobre los Estados Unidos, que posea para ese momento un poderío militar equiparable al estadounidense y además cuente con un territorio satélite en el medio del continente americano, en el cual posea un gran arsenal y quizá incluso ya haya logrado influir poderosamente en las condiciones políticas de toda la región, contando con mucho mayor apoyo y gobiernos latinoamericanos aliados que en la actualidad. Yo lo veo como una pesadilla, creo que sería peor que volver a la guerra fría entre EEUU y la URSS.

Entonces la pregunta es, ¿Permitirá Estados Unidos que eso ocurra? Yo no lo creo, este es el momento para detener el nacimiento de un peligro gigantesco, no solo para la seguridad nacional de USA, sino para el futuro de la democracia en el planeta y la libertad de toda la humanidad, pues ¿imagina alguien lo que pudiera pasar si China en las próximas décadas y manteniendo su sistema totalitario, consiguiera vencer militarmente a occidente y convertirse en la potencia hegemónica del mundo? Espero que nunca tengamos que comprobar lo que ocurriría en ese caso.

Por todo esto, creo que en este momento se está librando una verdadera batalla política internacional, en la que Venezuela es el foco de la disputa. Como es evidente, EEUU está preparando el terreno para ejecutar una intervención militar y derrocar al gobierno chavista, lo que quizá no sea tan visible, es que también China está moviendo sus fichas, de una forma menos ruidosa. Como todos deben conocer, el Grupo de Lima es un conjunto de países latinoamericanos, que se han organizado al margen de la OEA para propiciar la caída de la dictadura venezolana, debido a que, a lo interno de dicha organización regional, existe un conjunto de pequeños países que se benefician de convenios petroleros con el régimen y por tanto impiden cualquier medida que vaya en contra de su único proveedor de combustible barato y financiado.

Por otra parte, los países del Grupo de Lima en sus territorios están recibiendo una oleada enorme de inmigrantes venezolanos que afecta sus economías y además que, al ser sus gobernantes de derecha, no pueden más que estar en contra de Maduro y el Chavismo. Por lo tanto, hasta ahora este grupo ha mostrado posturas políticas muy sólidas en contra del régimen venezolano, aun cuando también cabe mencionar que más allá de los comunicados, las acciones concretas y efectivas han sido casi nulas, pero el hecho que me causa mayor suspicacia, es que recientemente, este grupo haya decidido oponerse a una intervención militar para derrocar a la dictadura.

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Personalmente creo, que esto se debe a presiones económicas realizadas por China a estos países para intentar detener lo que ya es inminente, sin embargo, poco efecto tendrá su postura ante esta acción militar, mucho menos cuando Colombia, que es el país más importante para tal ofensiva, debido a que su territorio sería utilizado como plataforma para la operación militar, parece estar dispuesto a hacerlo, cuando se ha abstenido de firmar el documento en que el Grupo de Lima se opone al uso de la fuerza para acabar con la dictadura.

En definitiva, los próximos días, semana y meses, serán decisivos para saber si Venezuela terminara convirtiéndose en una colonia china dentro de territorio americano, justo en las narices de EEUU, como parece estar encaminada ahora mismo o si simplemente la super potencia militar del planeta, le pondrá un freno a todo esto antes de que sea demasiado tarde y entonces el conflicto necesario para solucionar el problema, ya no sea solo una invasión a un país, sino el inicio de la tercera guerra mundial, algo que quizás ahora mismo pueda parecer exagerado y descabellado, pero que en un futuro no muy lejano, estando ya China instalada en Venezuela, sería algo totalmente factible.