Pero algo queda en mí...
¡Y todo es tan maravilloso fuera de la ventana!
Caras asqueadas, pálidas y sombrías.
En la casa, cálido y fresco.
No es todo lo contrario
Relámpagos, truenos.
En el cielo Los que son llamados en las estrellas.
Mi corazón temblaba.
Me alegraré, incluso en enero,
Metáfora anónima de la pérdida olvidada.
No hay palabras duras, no hay frases lánguidas, suaves,
Durar un mes
Por fin empieza solitaria.
Hemos dudado en mostrar la libertad a nuestros corazones durante tanto tiempo.
Contigo tendré hambre, sed.
Y recuerda en la vieja mesa.
Donde la linterna respira tenue y lastimeramente.
¡Pero terribles cicatrices no me pintan la cara!
Todos decimos que la hierba es más verde.
El mio es de ella.
Exacto.
Si te sientas bien sentado no te duelen las piernas.