Lo que quieres que sea
He llegado a un oasis..
Pero he caminado tanto en este lugar árido que mis pies están rotos, veo el agua que parece fresca y pienso en darme un descanso y como de un sueño se desaparece al tacto.
No encuentro nada sólido en este espejismo solemne.
Me distraigo viendo mi reflejo en su espejo, pero sólo veo mi imagen, no puedo hallar el fondo del estanque.
Tal vez hay peces y vida, pero no puedo verlo, se desaparece al tacto.
Mi alma está agotada, aunque en apariencia se mantenga intacta.
No encuentro reposo en este desierto inmenso.
El cielo y la luna siguen saliendo, sigo sintiendo el mismo frío, a pesar de que me encuentre acobijada en este paraíso incierto.
La vegetación tiembla, cual espectro de luz frente al calor, veo las ondas pero no hay nada mas, todo está disperso.
Me siento un naufrago sin regreso.
Sin esperanzas y sin peso, creo que mi existencia se ha vuelto un suceso, tan endeble y desnuda, ya no encuentro descanso.
Me gustaría morir, que los buitres despedacen mis carnes y me dejen huir, que se lleven mis ojos y destruyan mis sesos.
No quiero ver, ni pensar en nada, a veces creo que solo veo hadas.
Son la ilusión de compañía inventada, imagino sus caras y sus risas malvadas.
Me destruyo a cada segundo, para observar mi deceso, verme caer y llorar hasta el sueño, pero me levanto continuamente en este inframundo que algunos llaman vida.
Disfrutan de ella disfrazando sus huecos, bañándose en sus heces, y comiendo sus cuerpos.
Yo no puedo, ni podré jamas lograrlo, no entiendo su sintonia ni me acoplo a su monotonía.
He decidido morir a todos los deseos, ver mi reflejo y escupir al encuentro.
Me sentaré a destripar la conciencia, y sentir frío, frío incongruente que nos arropa a todos cuando nos sentimos solos, solos en un universo lleno de personas vacías.
