LA EXCUSA PERFECTA.
Te quiero.
Sin como,
ni porque,
ni cuando...
Te quiero así:
sin razones,
y sin explicaciones.
Te quiero,
como se quieren algunas cosas que... quizás,
no se deben querer.
Te quiero,
en silencio.
Ausente o presente, de todas las formas te quiero.
Te quiero,
sin esperar nada a cambio...
Te quiero.
Y no espero que también me quieras.
No lo tomes a mal,
no es nada especial.
-Tengo la excusa perfecta:
La vida me ha dado tantas vueltas,
que solo así,
es como se querer.
Daniela H