Si yo fuera cosmonauta, tú serías mi galaxia preferida.
Si fuera marinero, me gustaría encallar entre tus piernas.
Si fuera poeta, bastaría tu sonrisa para decir el universo.
Si fuera político, haría de tus manos mi tribuna.
Si fuera ecologista, serías mi Área Protegida.
Si fuera cristiano, tus besos serían mis salmos.
Si fuera matemático, no me cansaría de contarte.
Si fuera asesino, serías mi crimen perfecto.
Si fuera borracho, robaría para beberte.
Si fuera homosexual, tendrías que ser hombre.
Si fuera brujo, crearía algún brebaje para atarte a mis deseos.
Si fuera payaso, haría las mas locas piruetas para ganarme tu aplauso.
Si fuera Dios, te haría eterna.

Pero como no soy cosmonauta
ni marinero ni poeta ni político
ni ecologista ni cristiano ni matemático ni asesino
ni borracho ni homosexual ni brujo ni payaso ni Dios,
sólo me atrevo a decirte que eres linda,
linda desde el alma hasta la piel hasta la sombra,
linda hasta cuando te despides o niegas,
y que por tu amor vale la pena volverse
                                                          cualquier cosa.