El descenso parte 1
El descenso
Las horas del día parecían eternidades, pero a esto el viejo campesino ya estaba acostumbrado, aburridas tardes almorzando solo, noches oscuras sin compañía, el horizonte era su único "amigo", aquel inusual día, en su campo de maíz que era más viejo que el, se comenzó a sentir un aura extraña, los maizales comenzaron a ser empujados causando un rastro negro en ellos, el terreno era amenazante, la única defensa que se podría decir que tenía era una vieja lámpara de vela, a paso lento mientras se escuchaban sonidos que parecían de animales, el seguís el rastro, los sonidos se fueron conviertiendl lentamente en gritos, quejas de una voz irreconocible, su búsqueda acabo cuando al final del rastro negro, encontró una pequeña criatura amorfa que se asemejaba a un puercoespín pero de colores bizarros y de el salía el líquido negro que había dejado el rastro, la bestia al darse cuenta solo un chillido, y le lanzó una especie de púa al anciano, este con miedo fatal, y corrió lo que pudo lejos de la bestia, con los viejos huesos se cansó muy rápido, su corazón estaba demasiado acelerado, un desmayo era inevitable en tal decrépito cuerpo.
Al levantarse en la mañana en pleno maizal tirado en su suelo, con un v en las caderas, su primer acto fue caminar hacia su casa, se sentó en el mueble de la sala de estar, y comenzó a intentar asimilar lo que había visto, la cosa que lo había atacado, no tenía a quien contárselo y el único transporte hacia la ciudad pasaba en 14 días, su miedo se notaba a leguas, sus pupilas estaban dilatadas, quería gritar pero no sabía por qué.
Luego de calmarse, decidió ir a tomar un baño para limpiarse de la suciedad que había obtenido al pasar la noche en el suelo, mientras se colocaba jabón noto que en su muslo izquierdo tenía clavado una de las púas de la criatura, la incesante preocupación volvió, pues luego de retirar la púa que causo un dolor terrible, la piel que estaba alrededor estaba negra, una clara necrosis está afectando los tejidos, el viejo se asustó demasiado, si tiempo a vestirse salió de la ducha, y busco un botiquín que tenía en su dormitorio en un viejo armario, colocó alcohol y una gasa encima de la herida, procedió a acostarsey dormir hasta el día siguiente.
Los días pasaron faltaba solo dos días para que al autobús llegará en su recorrido hacia la ciudad, el viejo había descuiadado el correcto limpiado de la herida, por lo que la necrosis se estaba comenzado a notar en la mitad de su pierna, el dolor había cesado, por lo que la herida no se sentía, pero era una Grave infección.
Estando cenando en su comedor su mirada reposó en una de sus ventanas, en la que vio sombras caminando sin ningúna intención de esconderse.
Continuará..
Fuente de imagen :http://www.mirartegaleria.com/2013/12/rostros-de-ancianos-con-sombrero-al-oleo.html?m=1