Poemas de amor | 6 Muchacho que corre...

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... a peticion de una amiga, aqui lo publico... Poemita de hace mas de un año

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Muchacho que corre.

Muchacho que corre, y corretea
por el recreo de la vida cual párvulo
buscando donde jugar con arena para hacer túneles y huecos,

tratando de encontrar una respuesta
a sus incertidumbres más profundas
y cava huecos para encontrar más arena.

Y con otra bocanada de viento
la arena se desmorona y comienza de nuevo.

Revolotea, recorre el infinito vacío,
busca llenar su culpa
sin saber perdonar su pasado.

Siente, siéntate en tu alma y mira.
Mira hacia adentro y respira.

La vida nos empuja como una marea
en un vaivén de altos y bajos,
de idas y venidas de uno mismo
la vida nos prueba, y nos probamos,

y nos mentimos y nos escapamos
y decidimos buscarnos en muchos sitios
en muchas caras, en muchos engaños.

Y decidimos buscarnos creyendo
que encontrarnos viene con vino
que perdonarnos se encuentra en la botella
y que entendernos llega en el camino.

Tu camino lleva tu equipaje,
tu equipaje, lo cargas tú mismo.
Tu carga, tus miedos, tus faltas,
tus virtudes, tu belleza y tu sentido.

Y podrás evadirte en un mañana,
y podrás voltearte a mi cariño,
y podrás decir cuanto tu quieras
pero seré quien sin juzgarte te comprenda
y te dé abrigo.

Quizá ahora no le des importancia
pero todos hemos estado perdidos.
En verdad, lo primero es entenderse,
y al final buscarse y volver al camino.

Podrás rechazarme de tu vida
en vista de lo raro vivido
creyendo que solo somos eso
y no hay razón detrás del vicio;

podrás alejarte así creyendo
que vinimos a cruzarnos sin sentido
pero creo que el propósito es otro
que yo no vi, cegada, queriendo sentirte mío.

Mis palabras tan directas podrán darte
la impresión de rechazo o de olvido,
mas quisiera que aunque te separes
y te alejes de mi vera como amigo

tengas siempre presente lo siguiente:
Que nunca deseé tu mal ni tu hastío,
que podrás desaparecer con tu distancia,
y podre quizá entender tu juicio,
pero el día que estés tan perdido,
ese día, que ocurre, y todos vivimos,
estaré para apoyarte y ofrecerte
comprensión, apoyo y cariño.

Que el día que estés tan solo
que ni el alcohol ni las putas te den brío,
cuando los amigos no te entiendan
estaré, ahí, contigo.

Contigo como persona,
contigo como amigo,
contigo con alma rota
pero sin buscar más, contigo.

Contigo solo sin nada,
solo abrazos, sin más, contigo.
Para ayudarte a encontrarte
o a buscarte, sin más, tú mismo.

Y pensaras quizás ahora
que nada tiene sentido
que mis palabras se equivocan
y son bobadas y olvido.

Que en realidad no sé nada,
que sigo sin haberte oído,
que no quisiera entenderte
pero se más, yo he vivido.

Piénsalo como desees,
malinterpreta este lirico,
descalifica mis versos,
si lo deseas, es más sencillo.

Pero guárdalos por si acaso algún día,
éstos adquieren sentido
y descubres que sí es cierto,
que lo superfluo es dañino,
que debes buscar muy dentro,
y confrontarte a tí mismo
para descubrir sin miedo,
la verdad de nuestros sinos.

O quizá para reírte
si es verdad que no me ubico
y poder así alabarte
si me equivoqué en mi juicio.

Espero siempre que tengas
todo aquello que te llena,
que no busques por afuera
lo que en tu casa obtengas.

que valores a tu chica
que no juegues a perderla
que dejes de perder tu tiempo
bebiendo y de parrandera.

Que te centres y valores
todo lo que representa
la vida que decidiste
con esa, con tu pareja.

Porque juegas a perderla
y como bobo frecuentas
lugares que no debieras
a no ser que fuera ella.

¿A qué juegas en tu vida?
¿por qué? No entiendo tus vueltas.
Parece como si jugaras
a mil vidas y ninguna completa.

Disculpa mi atrevimiento,
sé que no es de mi incumbencia,
solo para que reflexiones,
yo no busco una respuesta.

Pero tanto yo te aprecio
que te regalo estas letras,
y quisiera que pensaras
que debes dominar tus riendas.

Yo seré espejo del alma
que no gusta, que no inventa,
que quisiera reflejarte
qué andas buscando allá afuera

pero debes encontrarte
mas no en otra cualquiera,
mas no en una parranda,
mas no en una botella.

Encontrarte bien adentro,
en la luz que te completa.

Si no la ves, deja a un lado
el orgullo y la bobera,
y permite que te ayuden
abriéndote a tus miedos y penas
y confíate sin miedo
a quien desea que seas
lo más bello, lo más libre,
lo más lleno, lo más cerca
de ti mismo, de tu vida,
de tu tranquilidad serena,
y así no te sabotees
ni trates de ahogar la pena,
y resuelvas tus conflictos,
y encuentres tus respuestas,
y descubras tu camino,
aún cuando la ames, a ella.