Conduciendo en Sábado sin sábado
Triste pasado,
Quien me dreno,
Cual lago con sueños agrietados.
Robando mis cartas,
Mientras le escribía a un fantasma.
En las mañanas se sacrificaban los ganados.
Durante la tarde,
La celebración.
En la noche,
El sepulcro.
Nadie era cazado,
Todos eran esclavizados.
Incluso los vientos,
Nuestros nuevos lobos,
Batallaban.
La noche era más negra,
El sol era testigo.
Aquí el amanecer,
Es sólo un cuento para dormir.